Detenido un futbolista del Bada Bing en una operación contra la delincuencia organizada

Actualizado: martes, 22 septiembre 2009 18:09


BARCELONA, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -

La Guardia Civil detuvo este martes en Barcelona a tres personas por su presunta implicación en una trama de delincuencia organizada que opera en el sur de España, investigada por un juzgado de Cádiz; entre ellos, uno de los futbolistas del club Bada Bing de la capital catalana, juzgado ayer y hoy en la Ciudad Judicial por una supuesta agresión racista durante un partido contra un equipo de inmigrantes, según informaron a Europa Press fuentes del Instituto Armado.

El detenido, Jonatan P.F., apareció este martes en el juicio esposado y custodiado por guardias civiles, durante el segundo día de proceso en que se le juzga, junto a otros seis compañeros de equipo, por agredir a varios jugadores del Rosario Central de Catalunya el 10 de enero de 2009.

Otro de los detenidos por su implicación en la trama es el hermano de dos de los procesados, Valentín e Israel M.G., que llevan en prisión preventiva desde que tuvo lugar el incidente en el campo de fútbol.

Justamente, Valentín M.G. fue condenado en 2002 a ocho años de internamiento en un centro juvenil y a cinco años de libertad vigilada por matar a otro joven al salir de una discoteca, suceso conocido como 'crimen de la Vila Olímpica'.

Durante la sesión de este martes declararon varios jugadores y el presidente del Rosario Central, quienes reiteraron los insultos y amenazas de carácter racista y las agresiones tras suspenderse el partido, e identificaron a los principales responsables de los hechos.

Los abogados de la defensa realizaron interrogatorios muy agresivos contra las víctimas, algo que el magistrado les reprochó en alguna ocasión. Los interrogados, por ello, cayeron en alguna inconcreción y contradicción entre ellos o con sus declaraciones previas.

El juicio quedó suspendido hasta el 7 de octubre, cuando se podrá visionar el vídeo del partido y de las agresiones, acabarán de declarar las víctimas y testigos, así como el árbitro del encuentro.

Durante la sesión, los amigos y familiares de los acusados realizaron varios comentarios en voz alta, por lo que uno de ellos fue expulsado de la sala por el magistrado y el resto fueron advertidos con la misma medida si se repetía.