El escopetero de Mossos acusado de herir a Quintana niega haber disparado balas de goma

Los mossos acusados de dejar sin ojo a Ester Quintana, Llorens B. Y Eduardo C.
EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 26 abril 2016 13:59

Los dos agentes que se sientan en el banquillo siembran dudas sobre la actuación de otros policías

BARCELONA, 26 (EUROPA PRESS)

El escopetero de los antidisturbios de los Mossos d'Esquadra acusado de dejar sin ojo a Ester Quintana durante la huelga general del 14 de noviembre de 2012 ha asegurado este martes en juicio que no disparó pelotas de goma en ningún momento durante toda la intervención policial.

En su interrogatorio en la vista que se celebra en la Audiencia de Barcelona, el agente Llorenç B. se ha negado a contestar a las preguntas de las abogadas de Quintana y, en respuestas a la fiscal y a la defensa, ha insistido en que lo único que disparó en ese lugar y a esa hora --poco antes de las 21 horas entre paseo de Gràcia y Gran Via-- fueron 'salvas', es decir, tiros sin munición.

Ha relatado que lanzó salvas por orden del subinspector de la unidad --que también se sienta en el banquillo de los acusados-- pero ha dicho que no recuerda exactamente cuántos tiros efectuó: "Yo recuerdo uno. Siempre he dudado entre uno y dos, pero yo recuerdo seguro uno".

El agente, que viajaba en la furgoneta Dragó 40, ha explicado que en ese lugar hicieron una intervención rápida de unos 50 segundos, en la que él salió del vehículo con el arma, se sitúo al lado de la furgoneta, hizo uno o dos disparos de 'salvas' y luego encocharon por orden del subinspector.

NO CONTESTAN A LA ACUSACIÓN

El subinsector Eduard C. ha admitido que mandó al escopetero disparar pero no pelotas de goma sino 'salvas', y lo mandó dentro de la furgoneta, según la versión que ha dado al tribunal, en una declaración en la que también se ha negado a responder a las preguntas de las abogadas de Quintana.

También ha insistido en que la orden era solo de 'salvas', ni de pelotas de goma --no tenían autorización de sus superiores para lanzarlas-- ni tampoco de proyectiles policiales conocidos como 'foam', que sí podrían haber disparado, pero que no lo vio necesario porque consideró que los altercados no eran graves y era suficiente con lanzar 'salvas' para dispersar.

Tanto el escopetero como el subinspector, que se enfrentan a una pena de cárcel de hasta nueve años que pide la acusación particular, han sembrado en sus interrogatorios sospechas sobre los miembros de otra de las tres furgonetas --la 414-- que estaba en ese lugar a esta hora.

El subinspector ha hecho referencia a un informe que él mismo elaboró y que sus superiores le ordenaron hacer pese a que ya estaba imputado y la investigación muy avanzada: le mandaron hablar con los integrantes de la 414 porque unas grabaciones supuestamente recogía un movimiento de esta furgoneta que los integrantes de la misma no habían explicado con anterioridad.

"Todos --los de la 414-- dicen que no recuerdan nada. En una intervención todo el mundo recuerda algo. Nadie se acordaba de nada", ha dicho Eduard C., que en su informe hizo constar en ese informe que los integrantes de esta furgoneta le dijeron que habían bajado de la furgoneta al contrario de lo que habían dicho en declaraciones anteriores.

LA TESIS DE LA DEFENSA

Una vez que los Mossos reconocieron que Quintana perdió el ojo izquierdo por un proyectil policial, la tesis de las abogadas de la defensa de los agentes acusados es, precisamente, la de que no se puede acreditar que fuese este escopetero el responsable de herida sino que podría haber sido otro e incluso que pudo haber sido 'foam': un tipo de munición que no disparan estos agentes sino los conocidos como lanzadores, que también iban en las furgonetas.

Al término de la sesión de este martes, la Fiscalía ha mantenido su petición para los dos acusados de dos años de cárcel y cuatro de inhabilitación, mientra que la acusación particular solicita nueve de prisión y otros nueve de inhabilitación; el juicio está previsto que acabe este miércoles con la lectura de informes y el derecho de los dos agentes de hacer uso de una última intervención.