El estudiante de la UAB en huelga de hambre pierde cuatro kilos en nueve días

Actualizado: martes, 3 marzo 2009 15:38

BELLATERRA (BARCELONA), 3 Mar. (EUROPA PRESS) -

El estudiante de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), Tomàs Sayes, que inició una huelga de hambre el 22 de febrero como medida de presión contra el Plan Bolonia ha perdido cuatro kilos en nueve días, aunque los médicos dicen que su estado de salud es bueno.

El médico del equipo de control y seguimiento del estudiante, Josep Maria Sans, explicó hoy que el joven está empezando a perder masa muscular ya que ha agotado sus reservas calóricas, aunque por el momento no existe una amenaza inminente contra su vida.

Tomás aseguró sentirse "animado y bien" para seguir con su protesta, a pesar de ser consciente de los riesgos para su salud si perdura el ayuno. De momento, continuará adelante hasta que junto con el Sindicato de Estudiantes se decida que "se han conseguido pasos adelante".

En este sentido, el portavoz nacional del Sindicat d'Estudiants dels Països Catalans (SEPC), Arnau Mallol, concretó que la huelga de Tomás continuará dada la "política del silencio" llevada a cabo por la Conselleria de Innovación, Universeidades y Empresa y la Asociación Catalana de Universidades Públicas (ACUP), la represión que ejerce la UAB al movimiento de estudiantes y el apoyo recibido, que demuestra que "no son una minoría" los contrarios a Bolonia.

Como muestra de denuncia por "el comportamiento de las autoridades", los estudiantes de la UAB preparan para mañana un pasacalles en respuesta a la carga policial llevada a cabo por los Mossos d'Esquadra justo hace un año. Asimismo, el 12 de marzo está prevista una jornada de huelga, así como diversas manifestaciones en todo el territorio catalán para exigir la moratoria en la aplicación del Plan Bolonia.

Por su parte, el vicerrector de organización de la UAB, Santiago Guerrero, explicó a Europa Press que la institución ha intentado hacer recapacitar al joven con mediadores para que desista de su huelga.

Guerrero aseguró que la universidad está "muy preocupada", por lo que envían dos veces al día a médicos del campus, aunque el estudiante se niega a ser atendido por ellos.