La exposición alberga obras de Van Gogh, Matisse, Cézanne, Seurat y Picasso
BARCELONA, 8 Oct. (EUROPA PRESS) -
Más de 70 "obras maestras" repasan en la Casa Garriga Nogués el tránsito artístico del Impresionismo a las vanguardias entre los artistas del siglo XIX, en la exposición 'De Van Gogh a Matisse. Colecciones de los museos d'Orsay y de l'Orangerie', con la que la Fundación Mapfre desembarca en la capital catalana, y que podrá verse gratuitamente desde este sábado hasta el 10 de enero.
En rueda de prensa este jueves, el director del área de cultura de la fundación, Pablo Jiménez, ha destacado que toda la exhibición gira en torno al color, y a su relación con Barcelona, y ha dicho que "no dejan de ser los cuadros que vieron Ramon Casas y Santiago Rusiñol cuando estuvieron en París", de forma que tienen cierto eco con la ciudad.
La exposición, organizada y realizada con la colaboración científica y los préstamos "de forma excepcional" de los museos de Orsay y l'Orangerie y concebida solamente para Barcelona, contiene obras de Van Gogh, Henri de Toulousse-Lautrec, Paul Cézanne, Georges Pierre Seurat, Paul Signac, Henri Matisse, Pablo Picasso, Paul Gauguin y Claude Monet.
La muestra recorre desde los primeros impulsos del color de la mano de Seurat hasta el neoimpresionismo en los años veinte del siglo XX, y según la comsairia científica de la exposición, Isabelle Cahn, entre ellas hay "obras maestras que raramente salen del Orsay".
EL COLOR, UNA "REVOLUCIÓN"
Sobre la concepción de la muestra, Cahn --que ha trabajado de la mano del presidente de los museos de Orsay y de l'Orangerie, Guy Cogeval, en esta exposición--, pivota en la importancia del color y en su introducción como elemento de "revolución".
"Lo más importante es sentir hasta qué punto el color forma parte de nuestra humanidad y de nuestro placer cuando miramos las pinturas", ha explicado la comisaria científica, deseosa de que todos los espectadores alcancen a ver este hilo expositivo.
Ha remarcado que en el mensaje de la exposición también se encuentran todos aquellos artistas españoles que fueron a París a ver estas pinturas, un vínculo muy fuerte para la exposición, que dio lugar a ricos intercambios, y que dio lugar a un "maravilloso matrimonio" artístico entre ellos.
Articulada en cuatro secciones, la exposición es un mensaje para vivir mejor y "entender la época en la que vivimos por convulsa que sea", ha destacado Jiménez, que también ha subrayado la importancia arquitectónica de la sala para encajar a la perfección las obras, ya que muchos artistas concibieron sus obras pensando en este tipo de edificio, ha dicho.
DESEMBARCO EN BARCELONA
Esta exposición representa el desembarco oficial de la fundación en Barcelona, que tendrá en la Casa Garriga Nogués una sede permanente de exposiciones dedicadas a la fotografía y a la pintura de esta época: "Es una enorme satisfacción poder tener sala permanente".
"Nuestra idea es poder presentar una gran exposición de pintura al año", ha dicho Jiménez, consciente de que ello depende de la generosidad de los museos y préstamos privados, y ha dicho que se compaginarán producciones solamente pensadas para la capital catalana y otras compartidas con Madrid.
No obstante, ha asegurado que su voluntad es aprender de la ciudad e ir calibrando el interés cultural de sus ciudadanos: "Queremos ver cómo podemos ser más útiles para la vida cultural de una ciudad que ya es rica por sí misma".
La próxima exposición será una retrospectiva del fotógrafo japonés Hiroshi Sugimoto, y más adelante del fotógrafo norteamericano Bruce Davidson, en los producciones propias de la fundación.
