Jordi Puntí, Elizabeth Strout y Jimmy Liao ganan el Premi Llibreter 2010

Jordi Puntí
MONMAR

BARCELONA, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -

El escritor catalán Jordi Puntí, por la novela 'Maletes perdudes' (Empúries/Salamandra), la norteamericana Elizabeth Strout, por 'Olive Kitteridge' (Edicions de 1984/El Aleph Editores), y el taiwanés Jimmy Liao, por el álbum ilustrado 'La noche estrellada' (Barbara Fiore) ganaron hoy el Premio Llibreter que concede anualmente el Gremio de Libreros de Catalunya.

Por primera vez se concedió la categoría de Literatura Catalana --a Puntí--, ya que en las once ediciones del premio se constató que ninguna obra original catalana lo ganó, pese a que podía premiarse cualquier obra narrativa, original catalana o traducida.

Strout consiguió el galardón en la categoría del premio Otras Literaturas por 'Olive Kitteridge', con la que ganó el premio Pulitzer 2009 pero "pasó desapercibida", consideró el jurado. 'La noche estrellada' de Liao es un trabajo sobre la soledad y la necesidad de comunicación que destaca por "su gran calidad y el gran abanico de lecturas" que permite, dijo el jurado.

Normalmente se entregaba en noviembre pero desde este año se hará en junio, por lo que en esta edición sólo se tuvieron en cuenta las publicaciones entre el 1 de septiembre de 2009 y el 30 abril de 2010. El conseller de Cultura y Medios de Comunicación, Joan Manuel Tresserras, entregará el premio esta tarde en el Institut d'Estudis Catalans (IEC).

SEPARAR EL GRANO DE LA PAJA

Con la premisa de "separar el grano de la paja" entre la cantidad de libros que se editan cada año, el Premi Llibreter quiere "dar a conocer a los lectores una obra que pese a su calidad literaria está pasando desapercibida", comentó el miembro de jurado y representante de la librería La Tralla de Vic (Barcelona), Biel Barnils.

En realidad no ha sido el caso de 'Maletes perdudes', gran triunfadora del pasado Sant Jordi y objeto de un boca a oreja que ha funcionado "muy bien", estimó Barnils, pero el jurado desde las primeras reuniones --previas a Sant Jordi-- ya estaba totalmente de acuerdo en que esta novela merecía la nueva categoría del premio.

El jurado valoró "su estilo preciso, fresco", el buen uso de la "difícil" primera persona del plural y el reflejo de la Barcelona postfranquista y las manifestaciones de estudiantes en mayo de 1968. Con mezcla de humor y tragedia, los cuatro hijos de Gabriel Delacruz (Christof, Christophe, Christopher y Cristòfol) y de diferentes mujeres emprenden la búsqueda de su padre, quien les abandonó de pequeños.

Puntí comentó hoy en rueda de prensa que le parece un premio "extraordinario" porque los galardones a obra publicada escasean, y la felicidad es "doble" porque sean los libreros quienes lo otorgan. "Tienen una posición en este 'sarao' complicada. Son privilegiados por tener una selva donde elegir antes que nadie pero una responsabilidad muy grande por saber recomendar bien", explicó.

A su entender, de los 1.600 premios literarios que se entregan en Catalunya al año (con datos que recabó hace cinco años), "muchos son para justificar presupuesto cultural. Es una anomalía", dijo, y consideró que, por contra, "tendría que haber más apoyo al escritor, becas de creación".

El libro se publicó en febrero y ya lleva 20.000 ejemplares impresos. Se ha traducido al castellano y está previsto que se traduzca también al francés, alemán, holandés, portugués y quizás al italiano. Sobre el éxito de Sant Jordi, Puntí lo hizo extensible a la literatura catalana, porque "ocho de los diez más vendidos eran en catalán". "Cuando llevas tiempo viendo a gente leer Stieg Larsson en el Metro, esto es muy especial", remachó.

25 AÑOS TRATANDO DE PUBLICAR

Hace tres semanas, en una feria literaria en Zagreb, Puntí coincidió con la ganadora de la categoría de Otras Literaturas, Strout, quien trató durante 25 años de publicar "y no había manera", comentó Puntí. De repente, consiguió sacar el libro y recibió un Pulitzer. "Este libro no se podía dejar a la sombra", consideró el jurado del Premio Llibreter alegando que nunca ha estado en la lista de los más vendidos pese a su calidad.

Se trata de una novela coral formada por 13 capítulos que en ellos mismos son historias completas engarzadas por el hilo conductor de Olive Kitteridge, una persona "gruñona, que no tiene futuro sino pasado" y que "con los años se va ablandando y ganando humanidad", dijo el jurado.