Jorge Fernández asegura que ni Mas ni Junqueras van a conseguir que los catalanes dejen de ser españoles

J.Fernández en la toma de posesión del jefe superior S.Trapote
EUROPA PRESS
Actualizado: lunes, 27 julio 2015 14:59

BARCELONA, 27 Jul. (EUROPA PRESS) -

El ministro del Interior, Jorge Fernández, ha asegurado este lunes que ni el presidente de la Generalitat, Artur Mas, ni el líder de ERC, Oriol Junqueras, van a conseguir que los catalanes dejen de ser españoles y ha dicho que una eventual declaración unilateral de independencia tendrá "valor político y jurídico nulo".

En declaraciones a los medios tras presidir la toma de posesión del nuevo jefe superior de la Policía Nacional en Catalunya, Sebastián Trapote, ha calificado la candidatura de Junts pel sí una "una originalidad más y una huida hacia adelante que fractura a la sociedad catalana".

"Ni Artur Mas ni Oriol Junqueras nos van a quitar nuestro derecho y condición de catalanes y españoles ni juntos ni por separado", ha insistido, además de criticar al presidente catalán por convocar elecciones cada dos años en lugar de gobernar para solucionar los problemas de los catalanes.

Al preguntársele si el Gobierno central va a suspender la autonomía de Catalunya ha sentenciado que "en absoluto" se está planteando, aunque ha recordado a los dirigentes de la Generalitat que ésta es una institución del Estado y que su autoridad se la confiere la Constitución y el ordenamiento jurídico.

"Cuando una autoridad pública no respeta la ley incurre en una grave situación" ya que no podrá pedir al resto de la ciudadanía que cumpla las leyes que propugna, ha dicho.

Ha insistido en que "la igualdad de todos ante la ley es una gran conquista del Estado democrático, donde no triunfa la ley es la ley de la selva, la ley del más fuerte".

Ha destacado que el respeto a la ley es "la mejor garantía de convivencia pacífica, democrática y en libertad".

En este sentido, ha lamentado que "algunos contraponen en Catalunya legalidad y democracia, interpretando que la Constitución es un corsé para ejercer democracia, un planteamiento erróneo".

"En un Estado democrático no se puede contraponer ley y democracia", porque las leyes emanan de parlamentos democráticos, ha argumentado.

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