La precariedad incrementa entre dos y siete veces el riesgo de sufrir depresión
BARCELONA, 12 Dic. (EUROPA PRESS) -
Alrededor de medio millón de trabajadores en Catalunya no ingresan suficientes recursos para tener "una vida digna" según un informe de la Taula del Tercer Sector Social, que refleja que la recuperación económica no se traduce en creación de empleo de calidad.
Entre 475.300 y 692.000 asalariados tuvieron en 2016 un sueldo inferior a 1.171 euros, un umbral fijado por la Carta Social Europea como mínimo para poder desarrollar una "vida decente" y que se calcula por ser el 60% de los ingresos medios --1.952 euros--, ha explicado en un comunicado este martes la Taula, que agrupa a 3.000 entidades de 35 federaciones.
El estudio 'Empleo de calidad: respuesta al fenómeno de los trabajadores pobres' recoge que 234.6000 personas ganaron un sueldo inferior a 710 euros, y el 90% de los cuales son a tiempo parcial, y ha remarcado que el trabajo temporal involuntario supone el 23% del total de las personas con empleo en España, lo que sitúa al Estado "a la cola del conjunto de la UE".
A pesar de la recuperación económica que se está produciendo, continúa existiendo una elevada tasa de paro juvenil, una creciente tasa de temporalidad y parcialidad de los contratos, junto a bajos salarios, imposibilidad de acceder a una vivienda y reducción de los recursos destinados a los sistemas de protección social.
Ha presentado este martes estas conclusiones la doctora y profesora de Economía Aplicada de la Universitat de Lleida (UdL) Maria Àngels Cabasés, coordinadora del informe, que ha lamentado que las personas con precariedad laboral ven incrementado entre dos y siete veces más el riesgo de sufrir depresión.
El estudio ha sostenido que el trabajo es promotor de inclusión social y de salud mental cuando las variables relacionadas con la retribución económica, la estabilidad laboral, la confianza y la seguridad se den "de forma coherente y segura".
En este sentido, la Taula ha alertado de que la precariedad laboral se está convirtiendo en una dimensión importante "como problema de salud" al aumentar el riesgo de sufrir enfermedades, lesiones y accidentes de trabajo, así como por las restricciones que implica en la conformación de identidades colectivas y en la realización personal.
Las entidades han remarcado que el aumento de los "trabajadores pobres" tiene enormes costes sociales, por la desconexión de la sociedad que se produce, la desconfianza hacia el sistema político y la huída de cerebros, así como un efecto negativo en el crecimiento económico y la productividad.
AUMENTAR EL SALARIO MÍNIMO
El informe ha concluido con propuestas como la de reducir la temporalidad, limitando los contratos a tiempo parcial a causas justificadas, y creando un nuevo marco de calidad en el empleo que impida que se utilicen los periodos de prácticas como mano de obra gratuita.
También han pedido que el despliegue de la Renta Garantizada de Ciudadanía (RGC) incluya a los trabajadores pobres y que se incremente el Salario Mínimo Interprofesional, además de garantizar la cobertura social a las personas que han agotado las prestaciones por desempleo y la pensión de jubilación en mayores de 55 años, así como fomentar la creación de recursos de autoayuda laboral formativa, emocional e informativa para personas en paro.
