BARCELONA, 18 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Molino de Barcelona estrenará una nueva línea de programación basada en el humor de la mano de los tres monologuistas Enric Company, Albert Boira y Álvaro Carmona, quienes subirán al escenario de la sala sus propuestas entre octubre y diciembre.
En rueda de prensa, la propietaria de El Molino, Elvira Vázquez, ha explicado que el humor siempre ha formado parte de la programación de la sala, aunque ahora se materializa en la presencia de monologuistas: "Nuestra idea es que se incorporen humor, ópera, conciertos, fiestas y 'clubbing".
"Lo que queremos es provocar, emocionar y divertir", ha dicho Vázquez, a la vez que ha celebrado que la avenida Paral·lel será otra cosa en unos cinco meses cuando terminen las obras; y ha avanzado que el teatro abrirá por la mañana a partir de octubre, con visitas sus instalaciones, algo que concretará más adelante.
Vázquez ha avisado de que "todo el mundo es bienvenido", y ha incidido en el hecho de que el 80% de los espectadores es gente joven, pese a la idea preconcebida que se tiene de la sala.
INTERACCIÓN CON EL PÚBLICO
Esta aventura humorística se realizará con la empresa Management i Produccions Culturals (MPC), cuyo gerente, Manel Portomeñé, ha explicado que la proximidad del escenario del Molino permite mantener un pulso con el público e interactuar con él.
Dará el pistoletazo de salida al ciclo el 28 de septiembre Enric Company --que estará todos los domingos de octubre--, con '4 anuncios y volvemos', un monólogo al uso que habla de la influencia que ejerce la televisión en la vida de las personas, donde el monologuista hablará desde su experiencia dentro del mundo de la televisión.
Adaptado totalmente al espacio y a su "potencial", este espectáculo tendrá una escenografía con presencia de la pantalla, recreando el salón de un hogar, y siendo la televisión la protagonista en todo momento.
El 25 de octubre estrenará 'Raro, tú!' Albert Boira, quien ha explicado que la idea surgió grabando con la Paramount Comedy en un momento en el que él estaba mal de salud, y lo trasladó a los escenarios: "Todo lo que me duele lo llevo al humor y al escenario, porque hay gente a la que también le duele".
Con la doble moral y la hipocresía de fondo, este 'show' pone sobre la mesa contradicciones de la vida cotidiana, como que Barcelona es "una ciudad donde para ser recepcionista de hotel tienes que hablar cinco idiomas, y para ser presidente del Gobierno no tienes que hablar bien ni el tuyo".
La última semana de noviembre será el turno del monólogo 'Álvaro Carmona en el Molino' donde aportará observaciones "simples" sobre la realidad acompañado de un piano, fiel a lo que ha hecho durante su trayectoria, ayudado por sus chistes, canciones y dibujos.
