El Parlament cumple un año de legislatura con dos leyes aprobadas y enfrentado al TC

Pleno del Parlament
EUROPA PRESS
Actualizado: domingo, 23 octubre 2016 10:59

La Cámara se prepara para un 2017 con tres leyes de "desconexión" y un referéndum

BARCELONA, 23 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Parlament de Catalunya de la XI legislatura cumplirá el próximo miércoles un año desde su constitución, un periodo en el que ha aprobado dos leyes y ha abierto varios contenciosos con el Tribunal Constitucional (TC).

La dos leyes aprobadas son técnicas: una sobre la modificación de la ley de medidas fiscales y financieras de 2011 que afectaba al Institut Català de les Empreses Culturals, y la otra --el pasado miércoles-- que introduce modificaciones en impuestos como el de sucesiones y a la aviación comercial.

La legislatura se ha caracterizado por los contenciosos abiertos con el TC: la Cámara aprobó una declaración soberanista el 9 de noviembre de 2015 que ya ha sido anulada, y un documento sobre cómo debe ser el "proceso constituyente catalán" que ha acabado con una querella de la Fiscalía a Carme Forcadell.

Los pulsos abiertos con el TC no han hecho disminuir el empuje de JxSí y la CUP con el proceso, ya que preparan las tres leyes que denominan de "desconexión": para crear una hacienda propia, para crear una agencia catalana de protección social, y para garantizar la transitoriedad jurídica hacia un Estado catalán.

Las dos primeras ya han sido admitidas a trámite y se abordarán en comisión en los próximos meses y, sobre la tercera, JxSí y la CUP se han comprometido a tenerla lista para antes del 31 de diciembre para que inicie su trámite parlamentario.

15 PROYECTOS DE LEY EN TRÁMITE

Según se recoge en la página web de la Cámara, durante este primer año se han validado seis decretos ley, el Govern ha enviado 15 leyes a la Cámara catalana que se encuentran en trámite, y Puigdemont se comprometió a llegar a las 45 antes del verano de 2017.

Entre las leyes del Govern más destacadas, una norma para implementar el voto electrónico de los catalanes en el extranjero; otra sobre vivienda para luchar contra los desahucios; una contra el cambio climático, sobre la creación de la Agencia de Ciberseguridad de Catalunya y otra sobre la universalización de la sanidad.

La cámara también tiene una cuarentena de normas en trámite registradas por los diferentes partidos del arco parlamentario y varias Iniciativas Legislativas Populares (ILP) que abordar, una de ellas para regular las asociaciones canábicas.

TRES MOMENTOS INÉDITOS

En apenas 365 días de legislatura la Cámara catalana ha vivido tres episodios inéditos desde su restauración: nunca antes se habían necesitado tres debates de investidura para elegir al presidente; ni se habían tumbado unos Presupuestos en su primer trámite, ni se había celebrado una cuestión de confianza.

Los tres episodios han tenido un responsable común: los vaivenes en las relaciones entre JxSí y la CUP, los dos partidos que conforman la mayoría absoluta de la Cámara --72 diputados--, pero que no han conseguido cimentar una estabilidad sólida.

Se necesitaron tres debates de investidura porque la CUP vetó en los dos primeros a Artur Mas, y se invistió a Carles Puigdemont en un movimiento sorpresa y con una votación a pocas horas de que expirara el plazo para que el Parlament se disolviera.

El Prespuesto se rechazó porque la CUP y JxSí no llegaron a un acuerdo y, en consecuencia, el presidente convocó una cuestión de confianza que ha devuelto una cierta estabilidad a la Cámara, pero que no le garantiza una legislatura plácida.

Otro episodio sin precedentes se visualizó el pasado mes de junio: la Cámara aprobó la destitución del director de la Oficina Antifrau, Daniel de Alfonso, tras filtrarse unas conversaciones con el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, en las que hablaban de la búsqueda de pruebas que comprometieran a políticos independentistas.

El último punto álgido ha sido la aprobación de una resolución que certifica la celebración de un referéndum en septiembre de 2017, aunque antes Puigdemont exige que la CUP le apoye las cuentas.

"No habrá referéndum si no hay Presupuestos", ha sido la última advertencia del presidente a sus socios anticapitalistas, lo que evidencia que la Cámara vivirá un otoño no exento de nuevas emociones.