La piel de un fumador envejece dos años y medio más de lo normal cada década

Fumadores frente a un cenicero en la calle
ERIC GAILLARD / REUTERS
Actualizado: miércoles, 11 junio 2014 13:59

BARCELONA, 11 Jun. (EUROPA PRESS) -

La piel de un fumador envejece diez años y medio más de lo normal cada década, según se desprende del documento '+Belleza desde la salud', elaborado por la Sociedad Española de Medicina Estética (Seme) para ayudar a los profesionales del sector en el abordaje del tabaquismo.

Según la autora del documento y especialista en el tratamiento del tabaquismo, Marta Banqué, fumar provoca la disminución de la circulación sanguínea en los tejidos, lo que influye negativamente en la elasticidad de la piel y provoca efectos negativos en su conservación, ha informado este miércoles la Seme en un comunicado.

Muestra de ello son las características propias que aparece en la cara del fumador: "Arrugas marcadas, aspecto demacrado por la prominencia de los huesos y tonalidad grisácea de la piel", ha concretado Banqué.

Al dejar de fumar disminuye la acumulación de radicales libres y se logra revertir, "en parte", el daño provocado, por lo que la piel recupera su luminosidad, ha añadido, y ha revelado que la cuestión estética es una de las principales causas por las que los fumadores abandonan el tabaco.

El documento presta una especial atención al proceso de cesación del tabaco y propone distintos niveles de intervención por parte del profesional, y destaca la importancia de la labor de los especialistas en la consulta.

"Una conversación de entre 5 a 10 minutos basta para recoger los datos necesarios por parte del paciente para elegir el proceso a seguir" e incrementa considerablemente las posibilidades de éxito en el proceso de cesación, ha concluido Banqué.