Defiende que "el grupo no lo justifica todo"
BARCELONA, 22 Ene. (EUROPA PRESS) -
El escritor y periodista Rafel Nadal indaga en "los límites del destino y la libertad personal" en su novela 'La Senyora Stendhal' (Columna), y asegura que a las personas hay que juzgarlas por lo que hacen, ha dicho en una entrevista de Europa Press.
En la novela, el pequeño Lluc pierde a su madre en un tiroteo en Girona el último día de la Guerra Civil, y su destino queda para siempre ligado al de la Senyora Stendhal, que lo criará como a un hijo junto al joven Dani.
Tras el lanzamiento de 'Quan en dèiem xampany' y 'La maledicció dels Palmisano', Nadal regresa a la Catalunya de posguerra con su obra más madura entre la realidad y la ficción, cerrando un ciclo sobre los bandos, el destino y la libertad individual.
Nadal traza los dos tipos de valores morales que imperan, a su juicio, entre los adultos: uno, representado por quienes justifican todas las actitudes del grupo al que pertenecen, y otro, por aquellos que "tienen muy claro que el grupo no lo justifica todo", vertiente que representa la Senyora Stendhal.
El autor ha insistido en que no se puede creer que porque alguien pertenece al grupo propio siempre tiene razón, y ha dicho que aunque el grupo tenga legitimidad, no significa que todas sus acciones lo sean.
Ha puesto como ejemplo los abusos cometidos por los republicanos --a su juicio, bando con legitimidad democrática-- en la Guerra Civil española: "Pero condeno moralmente los abusos de los republicanos".
Nadal ha subrayado que hay una reflexión sobre el destino como fenómeno atemporal, tanto en épocas de la Guerra Civil como en la actualidad, ya que no es lo mismo en 2017 haber nacido en Barcelona que en Damasco (Siria): "Creo que el destino existe".
Ha explicado que tenía pendiente plantearse "cómo luchar contra el destino y dónde están los límites de las responsabilidades individuales".
MIRADA INFANTIL
Para desplegar esta filosofía, el escritor se ha servido de la mirada inocente de un niño, que no tiene apriorismos y va descubriéndolo todo, frente a las interpretaciones que constantemente buscan los adultos, aunque, sin embargo, "los niños diferencian entre bien y mal; detectan la injusticia".
Además, la novela pone de relieve la relación con una madre adoptiva que trata de darle todas las herramientas sin pretender sustituir a la madre biológica, de manera que cuando la Senyora Stendhal muera, sus valores morales perduren.
Para Nadal, ella es un homenaje a una generación de mujeres que perdieron la guerra dos veces: una como republicanas, y la otra como mujeres, pero que en realidad "fueron las responsables de reconstruir el país" con su trabajo en las fábricas, en el campo y en el hogar, imprimiendo la dirección económica e intelectual de la familia.
Tras cerrar un ciclo de novelas protagonizadas por mujeres, Nadal se encuentra inmerso en proyectos distintos, como un thriller sobre el mundo del arte, y una novela sobre el paso del tiempo.
