"Si no hubiera hecho el salto a la escritura ahora sería mucho menos feliz", admite
BARCELONA, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -
La escritora Sílvia Soler hace un elogio de las largas amistades y el "poso de ternura" que dejan entre sus miembros en la novela 'Els vells amics' (Columna), un libro en que también ahonda en las renuncias a la vocación artística a partir de su experiencia personal.
"Si haces un grupo de amigos cuando eres joven y te aporta cosas buenas, llega un momento en que te pegas a aquella amistad porque es una red de protección para ir por la vida. Hay un poso de ternura que hace que todo el mundo quiera mantenerla porque es como un tesoro", ha reflexionado la autora en una entrevista con Europa Press.
Mostrar la importancia de este tipo de amistades de "largo recorrido" fue la principal motivación de Soler a la hora de escribir 'Els vells amics', aunque también tiene mucho peso el mundo del arte y, más concretamente, la vocación artística.
Los cinco protagonistas de la novela forjaron una amistad al principio de la carrera de Bellas Artes, en un viaje a París para visitar una exposición de Paul Gauguin que les marcó de por vida: es un hito que siguen teniendo muy vivo años después, cuando han emergido las dificultades de mantener la vocación artística y convertirla en una profesión.
MANTENER LA VOCACIÓN ARTÍSTICA
Esto hace que la lucha entre el pasado y el presente sea un elemento de fondo constante en todo momento: "Están enamorados de la imagen del pasado, aquél viaje iniciático a París. Entonces todos pensaban que serían pintores, pero a algunos la vida les acaba diciendo que sí y a algunos que no", apunta la escritora, que se propuso mostrar las dificultad de mantener las vocaciones artísticas a la hora de escribir la novela, impulsada por su experiencia personal.
"Crecí con la certeza de que lo que me hacía más feliz era escribir ficción, pero nunca pensé que me podría dedicar a eso. Viví del periodismo muchos años, asumiendo que había renunciado, publicando solo de vez en cuando. Pero con 40 años, el éxito de '39+1' hizo que me lo replanteara. Ahora veo que si no lo hubiera hecho, ahora sería mucho menos feliz", admite, animando a los jóvenes que sientan pulsiones creativas a no renunciar desde un principio.
Así, la novela reflexiona sobre "por qué la gente tiene una pulsión de crear: puede ser para comunicar o para dejar huella; y por otro lado hasta dónde están dispuestos a defenderla y la dificultad de renunciar, ambas decisiones igual de complicadas y heroicas", indica, considerando que esto se puede aplicar a todas las artes pero que se decantó por la pintura porque siempre ha sentido curiosidad por su proceso creativo como consumidora.
PROCESO CREATIVO
La creación artística también queda reflejada en cada uno de los cinco personajes: "Para construirlos, me interesaba la relación que establecen entre ellos y que cada uno tuviera una actitud diferente ante la voluntad de ser pintor", detalla la escritora.
"Antes de empezar a escribir me planteo sobre qué quiero reflexionar. Con este libro ha sido la amistad y el arte. A partir de aquí voy creando la historia, y van saliendo otros elementos como si fueran ramas", explica sobre su proceso creativo.
Sílvia Soler, que ganó el Premi Ramon Llull 2013 y vendió 30.000 ejemplares con 'L'estiu que comença', llega a las 12 novelas publicadas con 'Els vells amics', después de publicar en 2015 'Un any i mig'.
