Stephanie Danler
EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 7 marzo 2017 16:46

   Una joven llega a Nueva York sin amigos ni dinero hasta conseguir trabajo como camarera

   BARCELONA, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -

   La autora Stephanie Danler ahonda en los "huérfanos metafóricos" que trabajan en la restauración en Nueva York (Estados Unidos) en la novela 'Dulceagrio' (Malpaso), según ha explicado este martes la escritora en rueda de prensa.

   En la novela, Tess es una veinteañera inexperta y llega a Nueva York desde su pequeña ciudad provinciana en verano de 2006, y no tiene amigos ni dinero y solo cuenta con una habitación alquilada en Williamsburg; cuando consigue un trabajo como camarera suplente en un conocido restaurante en Manhattan todo el mundo se abre ante ella.

   En sus páginas circulan ostras, champagne, borgoña, cocaína, amistad, lujuria, amor y bares de mala muerte, y ella se deja arrastrar por Simone, una camarera experimentada que será su mentora, y se enamorará de Jake, un camarero misterioso.

   Según ha relatado, la familia de la restauración en Estados Unidos está llena de huérfanos metafóricos, alejados de su familia -algunos huyen de ella-- en una "orfandad voluntaria de la que huyen encontrando su vínculo en los restaurantes".

   Denler ha defendido que los restaurantes son un escape y una huida, pero también un lugar donde los artistas se juntan y consiguen mantenerse vivos y seguir siendo creativos.

UN ENTORNO FAMILIAR

   "Aunque nos traslademos a los centros urbanos, queremos crear esta estabilidad y entorno familiar. En cada restaurante hay una figura maternal", ha explicado la autora, que, sin embargo, no relata sus años en hostelería, sino que ahonda en su intensidad, ya que los restaurantes pueden ser tanto como acogedores como tóxicos, ha dicho.

   A su juicio, cualquiera que se mude a una nueva ciudad, puede identificarse con Tess, que desde su posición ve a todo el abanico de clases sociales en una sola sala, "desde el que se gasta 500 dólares en una copa, hasta camareros que tienen el sueldo mínimo".

   Denler ha plasmado esta visión con un tono "poético y romántico" de su protagonista, y ha asegurado que en el fondo alberga un rechazo a las novelas de formación escritas por hombres.

   Por ello, ha escrito una historia profundamente femenina rechaza que las novelas se clasifiquen en estos términos porque de este modo acaban situadas en las estanterías de novela femenina, donde no hay novelas escritas por hombres.

   "Quería poner a una mujer como experta de vinos, que es algo raro", ha explicado la autora sobre el conocimiento del mundo de la restauración por parte de su protagonista, que se adentra en un mundo de hombres que hablan a gritos y son rudos, ha detallado.

   La narrativa sobre restaurantes está contada por los chefs, es "masculina y agresiva, llena de tatuajes y cuchillos, pero para mí es una experiencia mas sensual y suave", relacionada con los detalles y la compasión, así como grandes dosis de empatía.

   Su próximo proyecto, en el que no ha podido ponerse a trabajar al llevar ocho meses de gira, será no ficción, ha avanzado la autora, que está fascinada por este tipo de escritura atemporal.

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