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BARCELONA, 3 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Urbana de Barcelona ha detenido desde febrero a 12 miembros de varios grupos de estafadores dedicados a clonar tarjetas bancarias en cajeros automáticos.
Lo hacían utilizando un lector y una cámara para copiar el código y el número secreto.
Según han explicado a Europa Press fuentes próximas a la investigación, estos estafadores actúan en pequeños grupos sin vínculos entre ellos, todos procedentes de Bulgaria, Rumanía y Estonia, y utilizan las tarjetas copiadas para hacer compras por Internet y en comercios.
Los delincuentes colocan un lector de tarjetas en el hueco donde el usuario introduce su tarjeta, sin que dificulte el uso del cajero, y que sirve para copiar el código, al mismo tiempo que instalan una cámara de vídeo para grabar el momento en que la víctima introduce los datos.
Con ambas informaciones, los estafadores pueden clonar la tarjeta y servirse del código de seguridad para hacer compras de productos de todo tipo, principalmente de aparatos electrónicos y otros productos de lujo.
Según las citadas fuentes, este año se han realizado más detenciones vinculadas con estas bandas que en los anteriores, todas 'in fraganti', aunque aseguran que las actuaciones de estos grupos son esporádicas.
ACTUACIONES
El 12 de febrero, la Urbana detuvo cerca de plaza Catalunya a cuatro búlgaros que se dedicaban al clonado de tarjetas y les intervinieron 21 tarjetas de crédito.
Durante la investigación también les aprehendieron dos cartas de identidad falsificadas, dos ordenadores portátiles, facturas y documentación que acreditan compras fraudulentas, así como un duplicador de tarjetas y documentación que asocia números de tarjetas con números de cuenta y 1.375 euros.
En otra actuación del 20 de agosto, en la plaza del Teatre, practicaron tres detenciones de ciudadanos búlgaros a quienes les encontraron siete tarjetas, un dispositivo para copiar las tarjetas y una cámara.
Una semana después, en La Rambla arrestaron a dos búlgaros y un ciudadano de Estonia con un lector de tarjetas, chips, una plancha con una cámara de vídeo y tarjetas, y en la última actuación del 17 de octubre en la plaza Bonsuccès detuvieron a otros dos búlgaros.
