Actualizado 22/09/2016 17:44

Denuncian trato “deshumanizador” sobre presos de la cárcel de Ceuta

CEUTA, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -

El sindicato mayoritario en la plantilla del Centro Penitenciario de Los Rosales, en Ceuta, la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP), ha denunciado este jueves el trato "deshumanizador" y los "abusos gratuitos" que sufren los aproximadamente 200 reclusos que acoge actualmente, que no pueden disponer "ni de sistemas de refrigeración tan básicos como ventiladores" en verano ni de "mantas o edredones" en invierno.

"La dirección no permite meter sábanas ni toallas a los internos y cuando ingresan en el centro se les da un insuficiente lote higiénico en el mejor de los casos", ha criticado la APFP, que ha añadido que "en muchas ocasiones no disponen ni de una simple almohada donde reposar la cabeza durante las horas de descanso".

El sindicato, que ha anunciado que no acudirá a los actos institucionales del Día de la Merced en señal de protesta, considera que con estas medidas "se genera un sufrimiento innecesario a la población reclusa que se trata de justificar en razones de seguridad cuando en realidad es una cuestión de mero abuso gratuito".

"La escasez de almohadas, el estado de los colchones y el deterioro de las ventanas han abocado a la prisión a un ambiente deshumanizado y bananero bajo la acumulación de deficiencias desatendidas que afectan directamente a la dignidad personal del interno mientras, lo que es peor, los recursos existentes se destinan a gastos superfluos de boato al filo de la clausura del centro", ha resumido en un comunicado a los medios.

Instituciones Penitenciarias prevé cerrar esta prisión, construida en 1958, durante el primer semestre de 2017, para cuando está programada la apertura de la cárcel de Fuerte Mendizábal, cerca del perímetro fronterizo con Marruecos, cuyas obras concluyeron hace casi tres años tras una inversión de más de 120 millones de euros y que tendrá capacidad para albergar a 1.400 reclusos.

Entretanto, según la APFP, los funcionarios "tampoco escapan al látigo de la dirección" en forma de "descuentos en nóminas totalmente inquisitivos y al margen del más mínimo reglaje ni procedimiento administrativo; impedimentos para conciliar la vida familiar y laboral; continuos obstáculos para el disfrute de permisos, vacaciones o asuntos propios, implacable persecución sindical; acoso a determinados trabajadores; apertura de expedientes disciplinarios infundados y hasta denuncias ante la Inspección Penitenciaria".

La central ha reprobado que "mientras estas restricciones arbitrarias y sin fundamento son aplicadas sobre la población reclusa y los trabajadores del centro", en paralelo "se derrocha gran parte del dinero público en fiestas como la de la Merced, en cambiar suelos y paredes que no requieren sustitución, en escalones de mármol, en aparcamientos que no requieren reparación ni mantenimiento y otras obras innecesarias en una infraestructura que está a punto de cerrarse".-