MELILLA, 20 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Partido de los Demócratas de Melilla (PDM), formación extraparlamentaria de base musulmana, ha rechazado que Melilla se haya convertido en una "amenaza yihadista" como sostiene un informe basados en cables de la Embajada de EEUU en Rabat (Marruecos) publicado por El Mundo, y sostiene que "la práctica totalidad de estas actuaciones (llevadas a cabo en Melilla) quedan en nada".
La formación que preside Lahbib El Khaouayani ha querido hacer llamamiento a la prudencia a consecuencia de las últimas intervenciones en la ciudad española del Norte de África que se han saldado con la detención de "personas a las que se les vincula con lo que interesada y perversamente se denomina yihadismo", en total diez individuos en tres intervenciones realizada este año contra el terrorismo islamista y que aún permanecen en prisión.
Así, ha añadido que "habida cuenta la presunción de inocencia que ampara a todas las personas y los precedentes, todo ello demuestra que la práctica totalidad de estas actuaciones quedan en nada y solo sirven para generar una alarma gratuita y para criminalizar a ciertos sectores de la ciudad".
La formación política que en las pasadas elecciones de2011 consiguió 500 votos frente a los 1.200 que son necesarios para obtener el primer escaño en la Asmblea de Melilla, ha manifestado por ello su desacuerdo con aquellos que pretenden sostener que en nuestra ciudad "se haya convertido en una amenaza, que suelen utilizar como cortina de humo para desviar la atención de los verdaderos y graves problemas que aquejan a nuestra ciudad, y que se traducen en niveles de paro, pobreza y fracaso escolar insoportables".
A juicio de PDM, "tales problemas sociales sí constituyen un verdadero trauma para miles y miles de melillenses que comprueban cómo apenas pueden cubrir sus necesidades básicas y las de sus hijos".
La organización ha manifestado que "todo esto sí representa para nuestra ciudad una real u grave amenaza para su estabilidad y la paz social, que de no afrontarse con realismo y perspectiva pueden poner en peligro el futuro de la ciudad".
Por último, ha destacado que "la convivencia pasa por el respeto a todas las sensibilidades y la justicia social, y en ningún caso por criminalizar al amparo de los últimos acontecimientos".
