MADRID, 21 Abr. (CHANCE) -
Conseguir una mirada perfecta es uno de los mayores retos a los que se enfrenta cualquier maquillador profesional o amateur. Por eso conocer una de las claves para crearla es esencial a la hora de realizar nuestra rutina make up.
Además del delineador de ojos y las sombras, uno de los grandes olvidados es el rizador de pestañas. Y es que durante estos años ha ido cayendo el uso de este instrumento estético; entre la falta de tiempo y las prisas continuas, muchas mujeres no se acuerdan que la clave de una mirada impactante reside en el poder de sus pestañas. El rizador debe utilizarse antes de aplicar la máscara de pestañas, aunque si bien es verdad se puede volver a utilizar después a modo de retoque y siempre con mucho cuidado al retirarlo para no dañar nuestras pestañas.
También es aconsejable cambiar las almohadillas cada tres meses y los rizadores cada doce meses por higiene. Y como no hay dos mujeres iguales y cada una tiene unas facciones distintas, debes tener en cuenta el tipo de rizador que debes utilizar según tu tipo de ojo y el efecto que quieras lograr. Por ese motivo, Tweezerman ha creado estos tres rizadores:
El rizador Classic, un best seller de la firma americana, está diseñado para crear un rizo duradero en las pestañas. La almohadilla de silicona es gruesa y ovalada, ideal para intensificar la ondulación y crear un rizo más dramático. Su calidad de alta gama trata con delicadeza las pestañas evitando que se peguen al rizador o entre sí, y su suave apertura y cierre evita movimientos bruscos cerca del ojo. Este año, nos sorprende con un acabado en rosa bronce el cuál irá acompañado de pinza y neceser del mismo tono, ideal como regalo para toda mujer que quiera lucir unas pestañas y cejas perfectas.
El rizador ProMaster, por su parte, es una de las herramientas tecnológicamente más avanzadas, una nueva generación de rizadores Premium con grandes novedades en la parte superior, pensadas específicamente para agrandar los ojos hundidos y almendrados sin olvidar los lagrimales. Entre sus principales características, destaca su barra superior fina con la que se consigue una apertura amplia para incluir todas las pestañas. A diferencia del rizador Classic, éste requiere presionar firmemente las asas durante unos segundos y empezar cerca de la raíz moviendo suavemente hacia arriba si se desea agrandar o enfatizar el rizado natural. Su almohadilla es gruesa y redondeada para evitar pliegues y con su apertura extra se alcanza todo el rango de las pestañas. Además, su bisagra innovadora aporta mayor comodidad, confort y control en su manejo.
Otro de los imprescindibles de Tweezerman es el rizador rosa clásico acolchado. Sus asas están pensadas para un agarre antideslizante para una sensación más cómoda y una mayor adherencia. Su almohadilla de silicona logra crear un rizo más dramático y crea un arqueo duradero. Su cuerpo ergonómico tiene unas anillas pequeñas para adaptarse a cualquier tamaño y forma de mano, y no titubear al manejarlo.
