Pitingo: "Antes no me paraban los taxis y ahora me para para pedirme autógrafos"

Pitingo
EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 5 junio 2018 20:07

   MADRID, 31 May. (CHANCE) -

Antonio Manuel Álvarez, más conocido como Pitingo, acaba de lanzar su último disco, Mestizo y Fronterizo, un trabajo que no dejará a nadie indiferente. Madrid podrá disfrutar de su mayor espectáculo del 24 de mayo al 1 de junio, en 24 funciones únicas.

Pintingo continúa con sus ganas de cambiar el mundo y lo hace de la mejor forma que sabe, mediante la música, donde hay pocos que se asemejen a la fuerza que derrocha sobre un escenario, donde ha confesado: "Me he llegado a poner a llorar por acordarme de algún familiar".

CH: ¿Pitingo o Antonio Manuel?

P: Como más te guste. En mi vida privada me llaman Antonio.

CH: Un honor poder hacer esta gira que supone subirse a este escenario.

P: Lo primero es siempre dar gracias al público y a Dios por permitirme seguir viviendo de esto y dando de comer a mi familia y a mis músicos. Por supuesto es mucha responsabilidad, yo creo que es un peldaño más en la carrera, hemos intentado hacer un espectáculo con un sonido muy conseguido con una banda de 30 músicos, al más puro estilo americano.

CH: Este estilo ya lo habíamos visto en tu último espectáculo.

P: Sí, es una mezcla de soul, gospel y música flamenca. Sobre todo la parte visual es muy importante, no solo la parte del sonido. Es importante ver a 30 personas de todas las razas, queremos transmitir un mensaje que es la interculturalidad, es muy importante aprender los unos de los otros, de todas las razas. Para mí que soy mestizo y fronterizo ha sido muy importante, en la mezcla está el aprendizaje.

CH: ¿Por qué te defines como mestizo y fronterizo?

P: Porque soy eso, mi madre es gitana mi padre no lo es. Soy fronterizo porque nací en Ayamonte, frontera con Portugal así que bueno he querido hacer un disco diferente no solo de canciones si no conceptual y con un mensaje que es el de quitarnos las etiquetas.

CH: ¿Crees que sigue habiendo todavía racismo?

P: Ya no hay tanto racismo pero sigue habiendo etiquetas. Si ves un telediario te está hablando un mestizo, yo soy gitano y no lo soy, siempre defenderé todas las partes, veo lo bueno y veo lo malo. Pero ves un telediario y lo primero que nombran es 'una familia gitana'. Yo creo que esas cosas hoy por hoy no se deberían nombrar, a no ser que estés en busca y captura y tengas que hacer una descripción de la raza. Imagínate que dices un 'político payo ha robado', hay cosas que hay que excluir poquito a poco. Yo soy un claro ejemplo del mestizaje y quiero aportar eso a la sociedad, he vivido por desagracia el racismo por ambos lados. Quiero demostrar que somos todos iguales y hay que quitarnos esas etiquetas.

CH: ¿Cómo se lleva ese racismo del que hablas?

P: Hay un secto de gitanos que no te consideran gitanos y un sector de gente no gitana, no me gusta llamarlos 'payos', me parece un poco despectiva, que no te considera no gitano. Gracias a Dios ya ha cambiado mucho, tuve una época de pequeño en el colegio que lo pasé mal sinceramente, llegué a tener una depresión. El bullying que decimos ahora lo sufrí. Antes era otra época y no sabías a quién acudir. Si se metían contigo te defendías y punto. Estamos en un momento en la vida en el que parece ser que todo vale, estamos con campañas anti-bullying pero a la vez humoristas o personajes públicos se meten con la gente. Creo que deberíamos dar un poco de ejemplo todos. Hay que cosas que deberían ser válidas y cosas que no, siempre bajo la libertad de expresión. Pero si estamos educando a nuestros hijos para que no pasen estas cosas, los mayores no podemos salir haciendo chistes y burlas, llevando por delante el concepto humor satírico.

CH: Esa depresión que comentas que tuviste, ¿cómo fue?

P: Realmente la de un niño normal cuando se meten con él durante mucho tiempo. Al final te das cuenta de que no existe la raza, solo las personas y te tienes que convertir en una buena persona. Cuando una persona dice 'los gitanitos', no hace falta que pongas 'itos', dime gitano no pasa nada. Hay que aprender de todas las razas, a mi hijo nunca le digo 'esta persona es negra', si me dice 'hay un negrito en mi clase', le digo que no, que cómo se llama, hay que llamarle por su nombre.

CH: Tu hijo, ¿tu mayor fan?

P: Mi hijo es pasión conmigo y yo con él. Aparte canta muy bien, le encanta la música, el fútbol y en mi casa ve la unión de mucha gente. Viene un coro de gospel que son todos afroamericanos, otro día vienen gitanos, otro día tal, está muy acostumbrado desde pequeño a ver todas las razas y la música. En su colegio igual, hay padres que dicen 'es que hay muchos moros' o tal, y eso es lo más importante, que se relacionen con otras razas, por eso hablo de la interculturalidad.

CH: ¿Le veremos subido a un escenario contigo?

P: Que se suba él a un escenario cuando sea mayor si quiere, él lo está deseando, pero no quiero exponerle. Mantengo mucho su privacidad, las buenas o malas críticas ya las recibo yo. A mi mujer practicamente nadie la conoce porque no salimos en un photocall juntos, somos muy discretos. Que todo el mundo haga con su vida lo que quiera, nosotros hemos decidido tener un poquito de privacidad.

CH: Cuando echas la vista atrás y ves lo que pasaste de pequeño, ¿qué piensas?

P: Pues mira las vueltas que el mundo da, es lo que pienso siempre. Un ejemplo es que antes no me paraban los taxis y ahora me paran para pedirme autógrafos. Cuando tenía 16 o 17 años bajaba mi mujer a pararme los taxis porque a mi no me paraban, por la noche ya olvídate, eso era imposible para mí. Y tenía que pagarme los taxis. Entiendo que era otra época, que había de todo, también te digo que hay que estar integrado, yo el primero, por un lado y por el otro. Hay que conocernos y saber respetar nuestras culturas.

CH: Y tu mujer cuando vivía esas situaciones de tener que pararte un taxi, ¿qué opinaba?

P: Mi mujer está acostumbrada, ha presenciado que no me dejaran entrar en una farmacia con eso te lo digo todo. Hemos vivido muchas cosas, pero gracias a Dios se superan. Al final te vas amoldando y o te conviertes en mala persona o intentas ver todo lo bueno que puede tener y avanzar.

CH: ¿En algún momento has pensado 'pues mira hasta dónde he llegado'?

P: Si te soy sincero, no soy así. Sigo viviendo mi vida, tampoco me hecho una coraza con el tema de que se metan contigo. Tiene que haber de todo en la vida, acepto las buenas y las malas críticas, lo que no acepto es el insulto pero aprendo de muchas críticas constructivas, no destructivas.

He conseguido muchas cosas. Sí me siento orgulloso de haber cantado con Pink Floyd, que además hemos quedado en Madrid para vernos un día, somos amigos desde hace mucho tiempo. Con Sam Moore, una leyenda viva del soul, con el que he grabado hace poquito. He cantado con Alicia Keys, con Marc Anthony, da la casualidad que estos artistas cuanto más grandes son, mejores personas son. Luego está el artista de medio pelo, he visto gente que tienen un exitazo, se creen que se van a comer el mundo y te miran por encima del hombro y luego caen como moscas. Hay que mantenerse con los pies en la tierra, aferrarse a tu familia y a tus raíces porque es muy fácil volverse loco, todo lo que rodea al artista que no sea música es plástico y es mentira. Yo termino mi concierto, bajo del escenario y soy Antonio con mi mujer, con mi hijo, con mi gente de toda la vida para acordarme siempre de donde vengo.

CH: ¿En qué momento se te ocurrió mezclar la interculturalidad con tu espectáculo?

P: Siempre he sido muy inquieto en ese sentido, en unir razas, música, es una manera de unir a la gente con la música. Desde muy pequeño me llamó la atención conocer otras razas y aprender de ellos.

CH: ¿Ante quién te ha impactado cantar?

P: Fui a cantar a Miami, en el homenaje a Juan Gabriel, y en el púbico estaban artistas de como Lenny Kravitz, Gloria Estefan, Sam Moore o Quincy Jones, no podía ni tragar cuando les vi en primera fila.