MADRID, 14 Jul. (CHANCE) -
Tras el sold out del concierto de Luis Miguel en el que pudimos ver a numerosos rostros conocidos como Paula Echevarría y Miguel Torres, la VII edición de Starlite ha vuelto a cosechar éxitos en su segunda noche. Rosario y Rosana lo dieron todo sobre el escenario y el público pudo ser partícipe de la magia flamenca y de la esencia canaria de cada una de ellas.
"Es mi primera vez aquí y peleando estoy porque no sea la única ni la última" decía Rosana momentos antes de salir al escenario. "La cantera es especial por todo: el espacio, sonoridad, tiempo, respeto... Hay muchas cosas a favor que hacen que uno quiera compartir aquí una noche de magia y música con la gente", aseguró Rosana, que fue la encargada de romper el fuego en el escenario.
Con estas palabras Rosana comenzó a seducir a todos los espectadores y presentó algunos de los temas más sonados de su último trabajo, En memoria de la piel, como Puede ser, No olvidarme de olvidar o En la memoria de la piel, esta última acompañada en el escenario de Lucía Moon, de La Voz Kids.
Por su parte, Rosario fue la protagonista de la segunda parte de la noche. La pequeña de los Flores arrancó "buscando medicina" para su dolor con Mi piel, para seguir con Como me la maravillaría yo y con la sentida Yo me niego.
La magia flamenca de Rosario se fue al cielo de Starlite cuando le dedicó el tema Al son del tambora su padre, Antonio González, El Pescailla; seguida de Qué bonito, la primera canción que ella escribió en soledad: "Creo en los ángeles y en la magia", confesó una emocionada artista.
"Vámonos con fuerza", gritaba una entregada Rosario al auditorio, al tiempo que entonaba Marcha y No dudaría, tema con el que cerró su concierto, en la que fue su tercera visita a Starlite.
