MADRID, 6 May. (CHANCE) -
Ana Boyer ha vuelto a consolar a su novio Fernando Verdasco, tras su última derrota en su debut de dobles en el torneo Mutua Madrid Open.
En el palco, junto a su padre, estaba la joven animándole y sufriendo con cada punto encajado. Siempre fiel a su estilo juvenil y desenfadado, la hija de Isabel Preysler eligió unos jeans ceñidos que realzaban su espléndida figura que combinó con un impermeable negro para resguardarse de la lluvia caída en el pasado jueves en la capital. El cansancio comenzó a acusar a Ana que bostezó en numerosas ocasiones.
Días antes Verdasco era también derrotado en segunda ronda por el francés Casquet. Fue un palo para el deportista, pues él es madrileño y perder en casa es algo que nunca gusta. Sin embargo, el terreno personal lo compensa, pues está pasando, junto a Ana, uno de sus mejores momentos. Hace unos meses que se fueron a vivir juntos, lo cual es un paso importante, pero las ganas de no separarse han ido más allá.
Ana ha pedido una excedencia de seis meses en Bain, la consultora en la que lleva más de dos años trabajando, para poder acompañar a su chico en sus múltiples viajes para jugar. Algunos de sus últimos destinos han sido Miami, Argentina, Bahamas, Bucarest y Montecarlo
