MADRID, 25 Jul. (CHANCE) -
La cuarta y última esposa de Frank Sinatra, Bárbara Blakeley, ha fallecido a la edad de 90 años. Según la Fundación que lleva su nombre, la exmodelo murió en su rancho Mirage en California, tras meses de debilitamiento en su salud. "Murió cómodamente rodeada de familiares y amigos en su casa", confirmó su representante a Desert Sun.
La nonagenaria se casó con el cantante en 1976 y fue el matrimonio más largo para ambos, casi 22 años juntos hasta la muerte del artista en 1998. Sin embargo, en su biografía, Lady Blue Eyes, a la que llamaron 'cazafortunas' fue amante de 'la voz' cinco años antes de pasar por el altar. Anteriormente, la celebridad estuvo casada durante una década con Robert Harrison Oliver, padre de su único hijo, Robert, y de 1959 a 1973 con Zeppo Marx, el más joven de los hermanos Marx.
En aquel libro, Barbara relató cómo fue su vida con el idolatrado actor, nada fácil al principio porque no fue aceptada con agrado ni por la madre de Sinatra, Dolly, ni por el entorno de los amigos del músico. Asimismo, hizo mención a las "otras mujeres" que ocuparon la atención de su esposo, como las llamadas de madrugada de Nancy Reagan o las de Ava Gadner, para la que muchos biógrafos fue el gran amor de Frank.
Una de sus últimas declaraciones públicas tuvieron lugar hace cuatro años para desmentir a Mia Farrow, que arrojó la posibilidad de que su hijo Ronan, nacido durante su matrimonio con Woody Allen, fuera hijo de Sinatra porque nunca dejaron de mantener relaciones. "Difícilmente puedo creerlo. Es sencillamente un montón de basura. Siempre hay basura escrita, mentiras que no son verdad", dijo Bárbara al mismo diario que confirmaba su deceso.
Conocida y pública fue la animadversión que mostraron los hijos de la estrella musical, Tina, Frank Jr. y Nancy, contra su madrastra. La misma mañana de la cuarta boda de su padre, el abogado Mickey Rudin se presentó con un acuerdo prematrimonial que la novia tuvo que firmar a regañadientes y por el que sus herederos controlan los negocios de su difunto padre, que 20 años después de su muerte siguen procurando millones al año.
