MADRID, 11 Abr. (CHANCE) -
La llegada al mundo de su primera hija juntos ha sido el motivo del distanciamiento entre Janet Jackson y su marido Wissam Al Mana. Según la revista People, el matrimonio habría decidido separarse de manera discreta a las pocas semanas del nacimiento de Eissa.
Una fuente cercana a la familia Jackson confirmó a la publicación que las diferencias entre la cantante y el empresario aumentaron después de convertirse en padres. "Se separaron poco después del nacimiento del bebé", dijo el informador. "Las diferencias culturales entre ella y Wissam se hicieron más evidentes. Vienen de mundos muy diferentes", añadió.
"Durante años, Janet trató de adaptarse a sus costumbres. Ya que no es la cultura en la que creció fue una desafío para ella. A menudo sentía que decepcionaba a su esposo", continúo la fuente. Aunque PageSix, medio que dio la exclusiva, habló en un principio de separación amistosa, otras fuentes apuntan que el rico empresario se había convertido en una persona muy controladora desde el embarazo.
A pesar de la separación, el entorno de la hermana del rey del pop asegura que ambos criarán juntos a su hija, aunque desconocemos si la diva de 50 años seguirá viviendo en Londres, donde se trasladó cuando conoció a su todavía marido.
En las últimas horas, varios medios estadounidenses apuntan a un acuerdo prenupcial por el que la artista recibiría alrededor de 200 millones de dólares por esta separación. En el contrato se habría establecido que Janet recibiría 100 millones si la unión duraba más de cinco años y otros 100 más si se producía la llegada de un hijo.
Sin embargo, no habría sido una decisión por una cuestión económica, sino por el control que había llegado a ejercer el empresario sobre su esposa. "Janet cedió durante el matrimonio, pero no estaba contenta con él. Ella quiere volver a ser Janet Jackson y no la señora de Wissam Al Mana o ser la esposa musulmana obediente", dijo una fuente.
