Jesulín de Ubrique cambia el hospital por una tarde de toros

JESULÍN DE UBRIQUE/ IMAGEN DE ARCHIVO
JESULÍN DE UBRIQUE/ IMAGEN DE ARCHIVO
Actualizado: lunes, 29 mayo 2017 11:20

   MADRID, 29 May. (CHANCE) -

   Jesulín de Ubrique se separa de unas horas de su mujer María José Campanario, que se encuentra ingresada en el hospital por sus problemas de fibromialgia, y disfrutó de una tarde de toros en familia. El diestro presenció un festejo en el que participaba su hermano Víctor.

JESULÍN DE UBRIQUE CAMBIA EL HOSPITAL, EN EL QUE SE ENCUENTRA INGRESADA SU MUJER, POR UNA TARDE DE TOROS

   Víctor Janeiro y El Arqueño protagonizaron este sábado un mano a mano con el que los toros regresaron a Arcos de la Frontera (Cádiz) con motivo de la celebración de la Velada de María Auxiliadora, en un festejo que contó con cuatro bravos toros de la ganadería de El Torero de Lola Domecq, Sainz de Rozas.

   Entre el público, como era de esperar, familiares y amigos de Víctor. Su madre Carmen y su tía Laly Bazán, siguieron desde el tendido el festejo. A su lado, Beatriz Trapote, que llevaba a su hijo vestido de corto. El pequeño disfrutó viendo a su papá torear.

   Jesús Janeiro derrochó diversión mientras su mujer se encontraba convaleciente en el hospital y su hija Andrea espera su llamada. No será por tiempo que no se produzca la llamada para invitar a su hija mayor a su próxima boda, ya que Jesús parece dividirse muy bien, puesto que tiene a su mujer ingresada en el hospital y le queda tiempo para ir a los toros, pasárselo divinamente y convertirse en la estrella improvisada de la plaza firmando autógrafos con su foto.

FINALIZADO EL FESTEJO, VÍCTOR COGIÓ A SU HIJO EN BRAZOS Y DIO UNA VUELTA AL RUEDO

   El diestro, se dio un baño de masas en medio de la polémica suscitada por su próxima boda. Salió entre la gente de la plaza de toros de arcos de la frontera, donde le pedían fotos y le saludaban con efusividad y cariño. Mientras tanto, en Jerez, Maria José Campanario sigue ingresada por los dolores de su enfermedad y siendo, también, objeto de críticas varias.

   Finalizado el festejo, al que acudió también Carmen Janeiro, Víctor cogió a su hijo en brazos y dio una vuelta al ruedo. La felicidad era enorme, y es que fue una tarde maravillosa en la que el clan Janeiro disfrutó de su gran pasión, los toros.