Justin Bieber: "Estoy muy loco"

Justin Bieber para 'Vanity Fair', febrero de 2011
VANITY FAIR
Actualizado: miércoles, 5 enero 2011 12:00

LOS ANGELES, 5 Ene. (EUROPA PRESS) -

Justin Bieber ha concedido una entrevista a 'Vanity Fair' donde explica lo complicado que resulta llevar una vida de adolescente normal cuando se es una estrella del pop. Esta situación, que ha llegado a causarle insomnio, es capaz de manejarla gracias al apoyo de su equipo, los guardaespaldas que protegen su intimidad y sobre todo su madre, que piensa de él que es un enviado de Dios.

"Estoy muy loco". Así resume Justin Bieber el impacto que ha supuesto en su cabeza esta nueva vida como estrella de la música que comenzó hace algo más de un año. Las fans omnipresentes, las largas giras y el estrés de su apretadísima agenda han acabado por pasarle factura.

"Me paso la noche dando vueltas en la cama y pensando. Mi mente da vueltas. Pienso en todo aquello en lo que no he tenido tiempo para pensar durante el día", reconoce el cantante. "Así es como funciona mi cerebro, no soy normal. Pienso diferente. Estoy muy loco, pero supongo que los mejores artistas lo están".

Pero estos gajes del oficio merecen la pena cuando Justin consigue su objetivo, traer luz e inspiración al mundo. Al menos esa es la función por la que Dios le envió al mundo, según su madre, quien además le aparta de las compañías inadecuadas: "No tenemos admiradores a su alrededor. No quiero que sea una diva".

A Bieber, por su parte, no le importa tanto su misión sino el éxito que tiene con las chicas. Aunque reconoce que muchas le siguen porque es famoso, cree que si hubiera sido un chico normal habría sido también bastante popular debido a su buen aspecto.

"No quisiera ser arrogante, pero si caminara por la calle y una chica me viera, se daría la vuelta para mirarme porque quizá soy atractivo", ha declarado, imaginando cómo sería su adolescencia si no fuera famoso.

De hecho, para que no pierda la perspectiva de lo que es ser 'normal', suele tener de 1 a 3 días libres por semana, en los que debe simplemente "ser un niño". Y su guardaespaldas Kenny Hamilton se encarga de mantener a las hordas de fans bien alejadas para que no estropeen esos momentos.

Claro que no todo son admiradores cuando se trata de Justin Bieber. El joven tiene muy claro que hay quien no le soporta, es más, hay gente "esperando para saltar" sobre él en cuanto cometa un error. Pero no le preocupa: "No voy a tomar malas decisiones, he visto cómo ocurría demasiadas veces. Puedo ser mi peor enemigo, pero no quiero estropear esto".