MADRID, 28 Ago. (CHANCE) -
Kim Kardashian ha concedido una entrevista de lo más reveladora a C-Magazine, donde habla de los problemas que vivió con su marido Kanye West para volver a quedarse embarazada.
La celebritie tuvo bastantes complicaciones por lo que tuvo que recurrir a la ayuda de médicos para concebir a su segundo hijo. Como ella misma revela estuvieron intentándolo un año: "Fue un año de intentos, y hubo muchas complicaciones."
Además, la hija de Kris Jenner descubrió que sufría placenta accreta una dolencia que se debe a una excesiva adherencia a la pared del utero, y que puede llegar incluso a la extirpación de este órgano: "Tuve placenta accreta. Me sometí a un par de operaciones para solucionarlo por lo que quedarme embarazada se hizo aún más difícil."
Los meses pasaban y el embarazo no llegaba: "Iba cada día a las cinco de la mañana al doctor, para ver si había ovulado. Todo eso le quitó la diversión al asunto. Tener sexo tantas veces al día se hizo aburrido."
Finalmente, la pareja recurrió a la fecundación in vitro y seleccionó genéticamente el sexo de su bebé para conseguir la parejita que tanto desean. Un final feliz al que solo falta ponerle nombre, tras la pequeña North y el apellido de Kanye (West) solo faltan otros dos puntos cardinales: ¿South o East?
