Rosa López, los complejos de su pasado el motivo de sus lágrimas

Actualizado: viernes, 21 octubre 2016 10:17

   MADRID, 21 Oct. (CHANCE) -

   Sí para algo ha servido el reencuentro de los triunfitos de la primera edición de Operación Triunfo es para rescatar el pasado de los cantantes que conquistaron España hace 15 años, siendo la ganadora, Rosa López, la peor parada por un paso cargado de complejos e inseguridades que al parecer no ha superado.

   Las lagrimas de Rosa de España tanto durante la rueda de prensa de OT El Reencuentro como en el documental emitido por TVE alertaban los sentimientos a flor de piel de la cantante de Europe's Living a celebration, que después de muchos años de sufrimiento reconoce que el programa de TVE le salvó la vida pero tuvo que superar muchos complejos de los que entró a la academia.

SUS HUMILDES ORÍGENES

   La vida de Rosa López ha estado marcada desde su infancia por sus humildes orígenes, de los que se avergonzaba al entrar en el reality, donde contó que venía de un pueblo de Granada y no de una barriada como ha confesado en la primera edición del documental para sorpresa de muchos: "venimos de una barriada; me da como vergüenza, pero a la vez me siento muy orgullosa".

   Estos orígenes propiciaron que la cantante tuviera unas carencias que la diferenciaran mucho de sus compañeros de concurso, como ella mismo ha confesado entro al programa con 20 años pero parecía una niña de 13, "Solo tenía miedo, no sabía que iba a pasar con mi vida. No estaba preparada ni emocionalmente, ni psicológicamente, ni físicamente, ni culturalmente".

   Los orígenes de Rosa están enquistados en su vida actual y reconoce: "Cuando vuelvo a Granada a veces me da pánico porque retrocedo demasiado, empiezo a hablar mal y como mucho. Es muy bonito pero no" y una frase durante el documental deja ver la lucha de Rosa contra su verdadera esencia: "Hasta hace no mucho me sentía extraña estando en mi casa. Me encuentro en medio de dos realidades, como si no valiera ni para un estilo ni para el otro".

UNA FAMILIA DEMASIADO PROTECTORA

   Con la fama de Rosa también les llegó el reconocimientos a sus padres y a su hermano, que apoyaron en todo momento a la granadina y acapararon la atención mediática por su naturalidad y emoción, pero la relación de Rosa con su familia también ha marcado mucho a la concursante ya que el exceso de protección la convirtió en una persona inseguridad. La primera vez que Rosa se aparto se sus seres queridos fue para entrar en la Academia, y recuerda con ternura como todos la acompañaron al casting: "Mi padre puso unos colchones en la parte de atrás de la furgoneta, compró fiambre y pepsis, mi hermano forro las ventanas para que nadie nos viese durmiendo dentro" y de esta guisa la familia entera acudió al casting para no dejar sola a la joven que ya tenía 20 años.

   En el programa fue la primera vez que Rosa se relacionaba sin que su familia formara parte y la primera vez en estar con chicos. Según cuenta una amiga íntima a la revista Lecturas nunca se había besado y tenía la esperanza de que Bustamante fuera el primero.

   Al salir del concurso y con la fama que tenía Rosa tuvo que elegir entre su carrera o su familia, algo que nunca se ha perdonado. Según la misma amiga Rosa cargaba con un sentimiento de culpa por despegarse de su padre, fallecido en 2008. "Se sentía mal por su nueva vida y cada vez que disfrutaba de un lujo pensaba en lo pobre que era su familia", confiesa la fuente, que declara que Rosa no se ha recuperado de este sentimiento.

LOS COMPLEJOS POR SUS SOBREPESO

   La ganadora de la primera edición entró al concurso pesando 110 kilos, y todos recordamos como afirmaba que no tenía fuerza de voluntad para ponerse a dieta en una familia en la que todos sus miembros parecían obesidad y estaba acostumbrada a comer más de seis dulces al día, pero el concurso sirvió para que comenzará una nueva vida y conociera las claves de una dieta saludable, pero los complejos que le produjo su obesidad no los ha superado todavía y durante mucho tiempo se ha avergonzado de sí misma.

   Rosa confiesa que sentía vergüenza y no era capaz de mirar a la gente a los ojos y se sentía fuera de lugar en cualquier circunstancia, lo que le ha llevado a no tener mucha suerte en el amor y es que la cantante sigue esperando encontrar un hombre que la quiera.