MADRID, 30 May. (CHANCE) -
Como ya os hemos contando, ayer tuvo lugar el cierre de las celebraciones del Real Madrid por la Undécima Champions que ganaron la pasada noche del sábado en Milán ante el Atlético de Madrid.
Los jugadores junto con su entrenador Zinedine Zidane acudieron al Santiago Bernabeu con la copa en la mano para celebrar junto a la afición blanca el brillante final de temporada. Muchos de las estrellas merengues acudieron junto a sus hijos, como Cristiano Ronaldo o Modric o Isco. Pero los verdaderos protagonistas fueron el capitán blanco, Sergio Ramos y su familia.
El sevillano apareció primero solo, llevando la Undécima en la mano. Y más tarde se presentó en el campo con sus dos pequeños, con los que se deshizo en muestras de cariño. Con el pequeño Marco de tan solo seis meses en los brazos, al que no paraba de dar besos y acunar y con Sergio Junior que caminaba a su lado, saludando a los aficionados.
Después apareció en escena la feliz mamá, Pilar Rubio, que hizo un guiño al equipo vistiendo de color blanco de arriba a abajo y con un corsé ortopédico por encima de la ropa, que probablemente se deba a una lesión en la espalda.
La pareja se mostró muy unida y pisaron con fuerza el césped del estadio agarrados de la mano, triunfantes y felices. Al igual que la noche anterior, cuando las cámaras captaron un tierno beso entre la pareja, una imagen que se ha convertido en uno de los símbolos de esta celebración, como lo hcieran Iker Casillas y Sara Carbonero en el 2011 cuando España ganó el Mundial de Sudáfrica.
