MADRID, 17 Jul. (CHANCE) -
Son muchas las ocasiones en las que la realidad supera la ficción, la muerte de Wouten Van Luijin es un claro ejemplo. El cineasta holandés ha muerto en Mallorca después de que recibiera una paliza en un poblado gitano mientras iba a comprar droga, el sumario policial bien podría ser la continuación de la película que le catapultó a la fama, Wolf.
Wouten era considerado como la gran promesa del cine holandés, además de un referente cultural y juvenil en su país a sus 34 años destacando por su cine de carácter violento y marginal. Tanto como sus últimas horas.
El director de cine se encontraba en la isla balear con su padre en un hotel de Palmanova, pero el jueves por la noche tras una cena con su progenitor se entregó a la fiesta de la isla en la zona de Punta Ballena, donde le vieron bebiendo y hablando con desconocidos. Cerca de las 4 de la mañana según informa El Español quiso comprar drogar, por lo que en compañía de dos pakisteníes llegó a Son Banya, el poblado de la droga de Mallorca.
Allí recibió una paliza que acabó con su vida y su cuerpo fue trasladado por un joven de 18 años hasta el Hospital Universitari de Son Espases. El supuesto héroe asegura que conducía al rededor de las 4 de la mañana por el poblado cuando vio como cinco menores le propinaban una paliza, los ahuyento y socorrió al herido intentando salvarle la vida trasladándole al hospital más cercano.
Sin embargo la declaración podría ser tan ficticia como los trabajos de Van Luijin y la policía ha detenido al joven al que apuntan como el principal sospechoso del homicidio. La principal teoría y en la que confía la policía es que el mismo joven que le entregó en el hospital fue el encargado de matarle, propinándole un puñetazo con la intención de robarle pero nunca con la de acabar con su vida, lo que no sabía es que su victima sufría de una aneurisma, que con el consumo de drogas y los golpes fueron totalmente mortales, provocándole una fuerte hemorragia interna según el análisis forense.
"No se imaginaba el agresor que lo podría matar de un puñetazo. Lo más probable es que fuese solo a pegarle para robarle. Le dio y cuando vio que no se movía se asustó y por eso lo quiso ayudar", aseguran desde el entorno de la investigación. El joven que responde al nombre de Adrián ha sido detenido, mientras su cómplice ya ha puesto en libertad y todavía se investiga si hubo más participantes.
A Adrián se le imputa la muerte del cineasta holandés y un delito contra la seguridad vial porque no tenía carnet de conducir, pasando a disposición judicial en el Juzgado Número 7 de Palma de Mallorca.
Mientras en Holanda se llora la muerte del director de cine, abriendo los informativos con la última hora de la investigación y lamentando el final de un director que podría haber escrito sus últimos días.
