MADRID, 29 May. (CHANCE) -
Este domingo 29 de mayo hemos vivido en CHANCE tres bodas de tres mujeres muy diferentes entre sí: Marta Cadaval, hija del 'moranco' César Cadaval, la ahora esposa de Alejandro Yuste, hijo del también cómico Josema Yuste y Lady Charlotte Welesley que ha dado el sí quiero a Alejandro Santo Domingo en Íllora, un pintoresco pueblo andaluz.
Sin duda, cada una de las novias tiene unas circunstancias y una personalidad muy diferentes, que supieron reflejar en los estilismos escogidos para el día más especial de sus vidas. En CHANCE te ofrecemos la comparativa de los tres vestidos para que sepas escoger el que más se adapta a ti y te haga sentir tú misma en un día inolvidable que cambiará tu vida.
1) Marta Cadaval: una novia sencilla. La hija del integrante de 'Los Morancos' César Calaval se decantó por un look simple y sin estridencias que destacó por su elegancia Escogió un vestido liso de manga larga con escote de pico aunque no muy pronunciado, y un delicado lazo grisáceo que enmarcaba su cintura y caía hasta los pies. El velo era también sencillo y no muy largo, coronado por un recogido con margaritas.
2) Cayetana Lamela: una novia joven. Alejandro Yuste, el hijo del ex miembro de 'Martes y Trece', Josema Yuste, de tan solo 28 años, ha contraído matrimonio con otra joven, Cayetana Lamela, en la madrileña iglesias de San Manuel y San Benito. La novia siguió una de las tendencias de esta temporada y lució un vestido protagonizado por el encaje. El delicado tejido adornaba la parte superior de un vestido elegante y vaporoso que combinó con unos Loubutin de altísimo tacón y joyas de brillantes.
3) Lady Charlotte Wellesley: una novia de cuento. El pueblo granadino de Íllora ha vivido una boda aristocrática y ha visto sus calles invadidas por las celebrities y los 'royals', como el Rey emérito. La ahora esposa del magnate de los negocios Alejandro Santo Domingo escogió un vestido e princesa para un enlace de ensueño con sabor andaluz.
El vestido, en tono beige, era de estilo lady, ceñido hasta la cintura y con una falda abullonada hasta los pies, que calzaban unos delicados salones con pulsera al tobillo en color verde pardo. El detalle más sofisticado, en el escote, con dos originales solapas que remataban el palabra de honor. El forro del traje era de seda. Cabe destaca el largo y delicado velo bordado con incrustaciones de perlas, todo un capricho de lujo para un día para recordar.
