MADRID, 19 Sep. (EUROPA PRESS) -
En el quinto pase de esta 54 edición de Cibeles Madrid Fashion Week, otro desfile doble. En primer lugar, las musas setenteras de Juana Martín han inundado la pasarela para, después, dar paso a una vuelta a los orígenes de la mano de Sara Coleman.
Juana Martín nos propone una colección muy minimal con un guiño a los 70. La idea principal de la colección nace del concepto de la depuración de las formas hasta llegar a sus componentes fundamentales, líneas, planos y curvas.
El planteamiento racional, estructurado a base de una armonía de líneas y de masas coloreadas rectangulares, en diversas proporciones, verticales, horizontales y formas angulares.
Pantalones con talle alto, pata de elefante, blusas vaporosas han ido pasando por la pasarela a ritmo de la música house de Carlos Jean, que pinchaba en directo. ¿Y cuando llega la noche? Trajes de inspiración griega con cinturones metálicos dorados.
El colorido reflejo activo de la colección, de composición y marcoequilibrado en las formas, colores activos, saturados y neutros bajo los fondos bases de blancos, siempre ordenado, alegre y optimista. El camel, ha sido la gran propuesta de esta diseñadora.
SARA COLEMAN PROPONE LA VUELTA A LOS ORÍGENES
La segunda parte del desfile, a cargo de Sara Coleman, ha incitado a volver a las raíces de la naturaleza. El cuerpo humano,como una estructura orgánica más, se cubre con tejidos naturales en una fusión entre el cuerpo y el medio. Texturas líquidas se mezclan con raíces aéreas en una paleta sutil y natural, con pequeños toques de color en amarillo y coral. Elegancia, frescura, pureza y vanguardia.
Y es que hasta las modelos parecían árboles. La intención de la gallega es presentar a una mujer sencilla en armonía con la naturaleza. Una colección de lo más sencilla y femenina.
A través del patronaje se fusionan los cortes orientales con los occidentales, apareciendo espaldas tipo nadadora en combinación con cortes japoneses. Los cortes orgánicos, inspirados en una naturaleza acuática, aportan a la prenda fluidez y movimiento; donde monos y vestidos serán las prendas estrella de la temporada.
En cuanto a los tejidos, Sara ha trabajado con los naturales para un verano lleno de luminosidad. El lino y el algodón serán la base de la colección. Destacando las prendas de punto por su caída y ligereza en combinación con prendas de mayor peso realizadas en lino 100%, metálico y mate.
En la gama cromática han primado el azul noche, marfil, gris plata, gris plomo, coral y amarillo ácido. La combinación de colores neutros con colores cálidos y ácidos hacen de esta paleta un juego de contrastes muy versátil.
En relación con los complementos cabría destacar la colaboración de la artista textil y cestera Idoia Cuesta, que con un enfoque totalmente contemporáneo, presentará sus piezas más exclusivas y artesanales, aportando a la colección una nueva visión basada en las técnicas más tradicionales: cestería aplicada al textil. Las piezas se desarrollarán en los campos de la joyería, la sombrerería y otros complementos como bolsos y tocados.
