MÓNACO, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -
Era su primera fiesta nacional como esposa del príncipe de Mónaco. Hace justo un año todavía era la prometida de Alberto II y, aunque acaparó toda la atención del Día Nacional del Principado, se ciñó al protocolo en todo momento manteniéndose por detrás de la princesas Estefanía y Carolina. Este año, la cosa ha cambiado.
Ahora es la nueva princesa de Mónaco y ha ocupado el lugar que le corresponde como primera dama, al lado de su marido Alberto II. Con un abrigo beige estilo capa a juego con una falda lápiz del mismo tono, Charlene no ha dejado de sonreír ni agradecer las muestras de cariño recibidas por el pueblo.
Como cada año, los Grimaldi han posado en el balcón del palacio donde nos hemos podido hacer eco de que la familia real monegasca sigue tan unida como siempre. Los príncipes demostraron, una vez más, estar totalmente enamorados gracias a sus miraditas cómplices y sus dulces caricias.
Los actos del Día de Mónaco continuaron después con un almuerzo en el Salón del Trono del Palacio y, por la noche, una elegantísima y glamourosa cena de gala en el Grimaldi Forum donde todas las princesas hicieron gala de sus títulos luciendo unos trajes envidiables.
