MADRID, 5 Ago. (CHANCE) -
Carlos Felipe de Suecia y su esposa, Sophia, se encuentran viviendo uno de los veranos más dulces de su vida, inmersos en la paternidad que rige sus vidas. Mientras que la princesa asistía una conferencia de energías renovables en la localidad de Bastad, en Escania, Suecia, el tercer hijo de los reyes suecos demostraba ser todo un padrazo quedándose al cuidado de su hijo Alexander.
Sophia Hellqvist apareció radiante, luciendo una figura espectacular, tan sólo cuatro meses después de haber dado a luz a su primer hijo, con unos pantalones pitillo y camisola sin mangas.
Entretanto el príncipe, ataviado de manera informal con bermudas, deportivas y polo. Con una moderna gorra azul y unas gafas de sol pasaba totalmente desapercibido entre los transeúntes.
Carlos Felipe se mostraba muy pendiente de su hijo, que descansaba plácidamente en su cochecito. El joven miraba con ternura al niño durante el paseo por los jardines de los alrededores.
La unión matrimonial del príncipe Carlos Felipe de Suecia y la princesa Sofía en junio del año pasado no tardó en dar sus frutos, ya que la pareja recibió el pasado mes de abril a su pequeño Alexander y, desde entonces, su vida no ha dejado de experimentar positivos cambios que ambos afrontan con emoción. "Ser madre es increíble, cambia toda tu vida", confesaba la princesa a la revista sueca Svenskdam.
Carlos Felipe, segundo hijo de los reyes Gustavo y Silvia de Suecia, no podría haber recibido con mayor entusiasmo esta nueva etapa vital que le permite aprender y disfrutar al mismo tiempo.
El feliz matrimonio celebró el pasado mes de julio su primer aniversario de boda, un enlace que en su momento no estuvo exento de polémica a raíz del pasado de Sofía, quien concursó en un programa de telerrealidad y posó desnuda para una revista, pero que acabó llenando de orgullo a la ciudadanía sueca por las emotivas palabras que el príncipe dedicó a su esposa durante la ceremonia.
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