MADRID, 9 Ago. (EUROPA PRESS) -
La deportista británica Laura Trott, es toda una campeona. La joven de tan sólo veinte años logró el pasado martes la medalla de oro de ciclismo en pista imponiendose a la estadounidense Sarah Hammer.
Un día después, Laura se dejó ver muy sonriente junto al príncipe Emrique en la final de voley playa. El intercambio de miradas y sonrisas de la pareja hizó saltar todas las alarmas y todos los objetivos se centraron en el nieto de la Reina y la joven medallista.
Sin embargo, apenas treínta minutos después, todo el estadio se quedó perplejo al ver a Trott besar apasionadamente a su compañero de equipo, Jason Kenny, de veinticuatro años. Por una parte, porque la relación con el ciclista era un secreto y porque muchos querían ver algo más en la amena conversación con el príncipe.
Laura quisó dejar claro que ya tiene su propio 'príncipe azul' y que nada tiene que ver con la monarquía británica. Para los allí presentes no paso desapercidiba la cara de asombro del mismo Enrique y es que pocas son las ocasiones en las que un príncipe de carne y hueso se queda 'plantado' ante una joven plebeya.