Reina Isabel II y Lady Di, las curiosidades sobre sus bodas reales

Bodas reales británicas
CORDONPRESS
Actualizado: sábado, 19 mayo 2018 10:53

   MADRID, 19 May. (CHANCE) -

   Apenas faltan unas pocas horas para que llegue el gran momento en las vidas de Meghan Markle y el príncipe Harry. Hoy sábado a las 12 del mediodía contraerán matrimonio en la capilla de San Jorge ante la mirada de 600 invitados.

   Inglaterra sabe mucho sobre bodas reales y esperemos que hayan podido aprender sobre curiosos errores que cometieron en días tan importantes, sobre todo, para las grandes protagonistas, las novias. Marina Fernández, nuestra querida experta en protocolo, nos ha contado algunas anécdotas de bodas reales británicas.

EL DESAFORTUNADO DISEÑO DE LADY DI

   Diana de Gales lució un vestido el día de su boda con el príncipe Carlos que hizo historia. Un diseño de David y Elizabeth Emanuel, que hacía desaparecer la figura de Diana entre unas grandes mangas y una cola de 25 metros decorado con más de mil perlas. Un vestido muy voluminoso que eclipsó a la propia Diana que con tan solo 20 años se disponía a ser la mujer del hijo de la reina Isabel II.

   Esta inmensa cola dio mucho problemas, ya no solo a Diana que tenía que andar cargando con tantos metros de tela, sino en el momento de entrar a en la carroza cuando era practicamente un trabajo digno de la Guardia Real, introducir los 25 metros de cola en el interior de la carroza. Este pequeño detalle que no tuvieron en cuenta al diseñar el vestido o a elegir el coche que llevaría a Diana hasta la iglesia, provocó un efecto arrugado en el vestido debido a la necesidad de arrugar la gran cola para que la propia Diana tuviera espacio dentro la carroza.

LOS INFORTUNIOS DE LA REINA ISABEL II

   La boda de la actual reina Isabel con el príncipe Felipe fue la primera boda real que se celebró tras la Segunda Guerra Mundial por lo que tuvo una gran espectación por parte del pueblo. Marina nos cuenta que la hija del rey Jorge VI tuvo que pagar su vestido de novia con cupones de racionamiento, ya que estaban presentes los estragos de la guerra, el gobierno le dio un extra para poder costeárselo. Muchos británicos le enviaron parte de sus propios cupones para que la reina Isabel pudiera tener su vestido de novia.

   La boda de la reina madre fue un serie de catastófricas desdichas aunque el público no se dio cuenta de estos detalles. La tiara French, que adornaba su cabello, se rompió y tuvieron que ir los joyeros de Cartier a retocarla. Por si algo más podía torcerse en un día tan especial, Jorge VI le regaló a su hija un collar de perlas por su compriso que se le olvidó, no tuvieron otra opción que pedirle prestado el coche al rey Pablo I de Grecia para regresar a palacio.

¿Y EL FOTÓGRAFO?

   El gran olvidado de todas las bodas pero gracias a su labor podremos revivir esos momentos de por vida. Meghan y Harry no podían encargar a un cualquiera las fotografías de su enlace, el encargado será el mismo que ya hizo las fotografías de su compromiso. En un primer momento se dijo que podría ser Mario Testino, pero tras el escándolo en el que se le vio envuelto, será su ayudante el afortunado.

   Meghan y Harry posarán junto a la familia de la novia y la familia real, son fotografías institucionales que se distribuirán a la prensa la semana después de la boda del año.

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