MADRID, 30 Ago. (EUROPA PRESS) -
Se cumplen 20 años desde que la princesa Diana de Gales falleciese en un trágico accidente de coche en París y su recuerdo está más vivo que nunca gracias a la labor de sus hijos, Harry y Williams de Inglaterra, que al cumplirse dos décadas de la perdida confiesan como vivieron el suceso y los efectos más íntimos tras el dolor.
El pequeño de Lady Di y el príncipe Charles fue el primero en romper su silencio al respecto en una entrevista sin precedentes concedida a la revista The Telegraph y con la que consiguió emocionar al mundo entero. En dicha entrevista el que fue el más rebelde de Kensington reconocía que tuvo que ponerse en manos de expertos para intentar superar la perdida y saber manejar la ansiedad y la agresividad acumulada que tenía: "Puedo decir con seguridad que perder a mi madre a los 12 años apagó todas mis emociones durante los últimos 20 años, no solo ha tenido bastante efecto en mi vida personal, también en mi trabajo" confesaba.
En la misma entrevista Harry reconocía haber vivido en el caos total durante años, intentando olvidar a su madre: "Mi forma de lidiar con ello fue escondiéndome, negándome a pensar en mi madre" reconocía, asegurando que esa actitud le pasó factura durante muchos años en su vida y en sus relaciones personales. Ahora parece que Harry ha encontrado en Meghan Markle la serenidad y tranquilidad que durante tiempo ha anhelado y todo apunta a que en un futuro formará familia con la actriz.
El pasado mes de julio Williams decidió seguir lo pasos de su hermano y también ha querido narrar como vivió la perdida de su madre que conmocionó al mundo. Aunque Williams siempre ha ejercido la figura de hermano mayor y se ha mostrado como el más estable de los dos, la perdida también pasó factura a muchos aspectos de su vida tal y como confiesa a la edición inglesa de la revista GQ.
De la feliz etapa actual en la que se encuentra, el príncipe reconoce: "Me ha costado casi 20 años llegar a esa etapa", recordando como vivió la mediática perdida: "Todavía lo encuentro difícil ahora porque en ese momento fue todo muy crudo. Y también porque no fue el dolor que puede sentir la mayoría de la gente, porque todo el mundo conocía la historia... todo el mundo la conocía" sentencia el hijo mayor de Lady Di.
Aunque ha encontrado en su familia la paz y la tranquilidad, la princesa Diana aun sigue muy presente en su vida y reconoce que la ha echado de menos desde que se fue: "Me gustaría haber tenido sus consejos. Me encantaría que hubiera conocido a Kate y hubiera visto crecer a los niños. Me entristece que no pueda ser, que nunca la conocerán".
Haber vivido su juventud sin la figura materna ha convertido a sus hijos y su mujer en el pilar más importante de su vida: "La estabilidad en el hogar es tan importante para mí. Quiero criar a mis hijos en un mundo feliz, estable, seguro y eso lo más importante para ambos como padres. Quiero que George crezca en un ambiente real y vivo, no quiero que crezca detrás de las paredes del palacio, tiene que estar ahí afuera".
Ahora coincidiendo con el 20 aniversario de la muerte, Harry y Williams se encuentran en el mejor momento de su vida, pero no olvidan a la princesa que enamoró al mundo y han decidido recaudar fondos para rendirle homenaje con una estatua en el palacio de Kensington con intención de reconocer el "impacto positivo" que tuvo su madre en la sociedad y sus grandes causas, quien seguro estaría muy orgullosa de los hombres en los que se han convertido.
