MADRID, 17 Sep. (CHANCE) -
Pedro García Aguado ha vuelto a las librerías con Enfréntate a la vida, claves para aprender a ser feliz (Editorial Planeta). Una nueva aventura para este coach y exdeportista que suma un libro más a su ya larga colección que comenzó en 2008 con Mañana lo dejo.
Y es que Pedro García Aguado se ha convertido durante estos últimos años en un referente de superación y esfuerzo. Su triste idilio con las drogas y el alcohol le llevó a tocar el infierno, un lugar del que consiguió salir reforzado y con el entusiasmo necesario para rehacer su vida y convertirse en la persona que hoy es. Claro, directo y con una energía que se contagia, en CHANCE hemos hablado con el madrileño para que nos de algún detalle más de las claves que trae en su nuevo libro.
CHANCE: En Enfréntate a la vida, claves para aprender a ser feliz relatas algunos episodios de tu vida, ¿no te da un poco de miedo o pudor abrirte tanto a los lectores? Abrite
Pedro García Aguado: No, es algo que llevo haciendo desde el 2008. Pensé que era la mejor forma de llegar a las personas, contando experiencias personales en primera persona y con toda la honestidad posible. En el 2008 con primer libro conté mi caída al infierno de la adición y lo hice de esa manera. Este llega después de 13 años y creo que es la misma manera de hacerlo para llegar a la gente, a todos nos pasan cosas. No me da miedo que lo puedan utilizar en contra mía.
CH: Cuando estabas en ese duro proceso de rehabilitación, ¿llegaste a pensar en el éxito que tendrías ahora?
P.G.A: Cuando me estaba recuperando era todo lo contrario, tenía un pensamiento muy negativo pero entendí que era por el propio proceso de rehabilitación. Sin embargo, en cuanto le empecé a dar la vuelta a todo me di cuenta de cómo era la realidad. No tenía ni idea de que me iba a ir todo tan bien pero ha requerido mucho esfuerzo.
CH: La familia y el círculo cercano son tan importantes en un proceso de rehabilitación de drogas y alcohol como en una depresión, ¿no?
P.G.A: Cualquier situación adversa afecta al círculo más cercano. En general, es muy importante que la familia esté pero sin que se note, el apoyo que tuve por parte de mis padres fue increíble, no estaban encima pero me ayudaron económicamente con los tratamiento y sobre todo no me presionaron diciéndome que me pusiese pronto a trabajar o que hiciese todo fantásticamente bien a la primera. Ese es el papel de la familia, estando pero sin que se note que están.
CH: Ahora que llevas mucho tiempo recuperado, y has publicado un libro con claves para ser feliz, ¿crees que se puede aprender a ser feliz?
P.G.A: Pienso que es una obligación ser feliz. La realidad es una pero es la distorsión de esa realidad lo que nos hace generar cargas negativas o positivas. Ante un mismo acontecimiento, muchas personas tienen distintas perspectivas. No es la realidad en sí, sino la forma que tenemos de verla. La adicción para mi no había sido algo negativo sino algo positivo, un catalizador. Es lo que digo en mi libro, utilizad las adversidades como catalizadores para aprender de lo que está pasando. Cuanta más honestidad tengamos, cuanto más sinceros seamos con nosotros mismos más capacidad tendremos para ver la realidad.
CH: Y esa iniciativa por seguir ayudando a los demás continuará en tu nuevo programa, Cazadores de Trolls. ¿Cuándo está previsto su estreno?
P.G.A: No sé cuando se va a estrenar, yo hago de mediador para que una víctima que está sufriendo mucho por los problemas que le está ocasionando otra persona en las redes sociales busque una solución. El tema es ser lo más sincero y cercano posible para generar esa confianza. Existen muchos estudios y palabras técnicas pero la gente quiere que le abraces, que le digas que le entiendes y que le vas a ayudar a salir de ahí. En Cazadores y en otras cosas intento ser cercano porque todos tenemos problemas y capacidad para salir adelante, y salir reforzados.
CH: Además de este proyecto, ¿qué otras cosas tienes a la vista?
P.G.A: Hay otra faceta no televisiva de mi como la asesoría familiar que tengo en Barcelona, Aprender a educar. En ella dotamos de habilidades educativas a los padres para evitar lo que vemos en la televisión. También he abierto con un socio un centro para ayudar a gente a superar adicciones y luego estoy en un proyecto muy bonito que se llama La casa de Carlota. Este es un estudio de diseño y agencia de comunicación donde tienen cabida las personas con síndrome de Down y autismo que tienen talento para el diseño, junto con estudiantes de diseño trabajamos para empresas y diseñamos campañas de publicad, es de integración pura.
