MADRID, 21 Oct. (CHANCE) -
La vimos poniéndose delante de una cámara, ni corta ni perezosa, sin saber cortar embutido, pero el guión lo requería. Con todo su arte, simpatía natural y espontaneidad bien llevada, Tamara Falcó ha sabido superar esa prueba como otras muchas, desde entonces. Nunca se ha jactado de ser la mejor y sabe que es mejor sobrellevar un momento ¡Upps! y que se quede ahí, a que sigan hablando de ello.
Ha nacido para ello y sabe donde hay una foto, y como salvar cualquier imprevisto delante de la prensa, incluidos sus golpes con su coche cuando se sacara el carnet de conducir...
Hija de Isabel Preysler, icono de la elegancia y la belleza de la sociedad española, y Carlos Falcó, marqués de Griñón, fue estudiando -además de convivir con la cámaras- moda en Milán y un máster en escaparatismo y 'visual merchandising' en el ISEM. Ha colaborado en diversas revistas y ha protagonizado su propio programa de televisión, We love Tamara. Actualmente, también trabaja con diversas empresas e instituciones que comparten sus valores y aspiraciones.
Tras ese momento embutido y cuchillo, ahora nos muestra una de sus pasiones, la gastronomía -ha trabajado junto a su padre en la que es una de las empresas vinícolas más prestigiosas de España- y también los postres y en especial los cupcakes, cuyas recetas preferidas ha dado a conocer en este libro.
Tamara Falcó, una amante de la alta gastronomía por tradición familiar, ha presentado una guía completa de cupcakes, con más de setenta recetas y consejos para su elaboración. En ella la popular hija de Isabel Preysler explica cómo hacer los cupcakes más básicos -como los de vainilla o los de chocolate-, los más elaborados -como los Red Velvet o el cupcake Arcoiris-, los de sabores originales, los que tienen la fruta natural como protagonista, las propuestas para ocasiones especiales, e incluso dedica un apartado de cupcakes infantiles muy divertidos para los más pequeños.
El gusto por el detalle, del que siempre ha hecho gala Tamara Falcó, está presente en cada uno de estos pequeños pastelitos, decorados como verdaderas obras de arte comestibles. Los adornos de azúcar y fondant y las distintas glasas y cremas de cobertura se complementan con sencillas manualidades para dar el toque final perfecto.
