MADRID, 23 Jul. (CHANCE) -
La imagen que llevaba en portada la revista Semana en su último número nos dejaba a todos un poco descolocados. En la fotografía vemos a Diego Matamoros acompañado por su mediática hermana Laura, aunque hasta aquí nada fuera de lo normal. Lo impactante es que en la instantánea aparecían también su madre, Marian Flores y la hermana pequeña de ambos, Irene, quienes siempre se han mantenido alejadas de los medios de comunicación.
La imagen en portada de la familia no sentaba muy bien a Marian, que siempre ha preferido quedarse discretamente en un segundo plano. Un momento difícil para la familia Matamoros- Flores en el que todas las informaciones apuntaban a Diego como la persona que habría filtrado la fotografía, - e iban más allá-, podría haber cobrado por ello.
En su defensa, la directora de la revista Semana, Charo Carracedo, entraba en directo en Sálvame para zanjar la polémica y aclarar lo sucedido. Y es que al parecer, a la revista llegaron varias fotos de agencia en las que la familia no salía muy favorecida, por lo que decidieron pedir a los hermanos, Diego y Laura, alguna imagen más, ya que tienen una relación estrecha por su continua colaboración con la revista. Pero ante todo, Charo niega que Diego haya cobrado por la imagen.
Cansado de haberse convertido de nuevo en protagonista de la actualidad rosa y muy enfadado por ser el centro de constantes acusaciones, Diego volvía a sentarse anoche en el plató de Sálvame Deluxe para zanjar el asunto de una vez por todas.
El hijo de Kiko Matamoros niega categóricamente que se haya lucrado por ceder la polémica imagen, a lo que añadía que también se fía de su representante y pondría la mano en el fuego por él. Simplemente quería que su madre no volviera a salir mal en una publicación y por eso lo hizo.
Diego confiesa que le contó a su madre lo sucedido una vez que la revista estaba impresa y ya no había vuelta atrás, lo que no habría sentado muy bien en la familia. A este respecto, su hermana Laura Matamoros entra por teléfono para aclarar "no estoy para nada enfadada con mi hermano". La joven no duda de él y está sorprendida por el revuelo "yo no creí que se le iba a dar tanta importancia".
Pero hay muchas personas que intentan subirse al carro y aprovecharse de la situación actual. Y es que al programa le habrían llegado a ofrecer el supuesto contrato de Diego con la revista, pidiendo a la productora 20.000 euros por la información.
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Sobre la opinión de su padre en todo este asunto, Diego confiesa que su madre habló con su padre para contarle lo ocurrido, aunque este tipo de conversaciones no son nada habituales. Sobre el contenido del diálogo no ha querido dar más detalles, simplemente añade que "mi padre nunca se ha referido bien a mi madre. Mi padre en su móvil tiene guardado el número de mi madre con un nombre feo", lo que podría levantar una nueva polémica.
A la pregunta de si cree que su madre efectúo esa llamada por el bien de su hija Irene y para que pudiese evitarse tanto revuelo en el programa, Diego responde "puede ser, pero no voy a decir nada de esto".
Y es que Diego Matamoros sigue mostrándose muy frio y distante con su padre, con el que dice no tener ningún tipo de relación, y culpa indirectamente de lo sucedido. "Hay que preguntarle si ha hecho algo para pararlo. Cuando no ha querido que se hablen de ciertas cosas (por cosas de Makoke), lo ha parado", sentenciaba.