GH17: Bárbara se salva de la expulsión y enloquece a sus enemigos

BÁRBARA DE GRAN HERMANO 17
BÁRBARA/GH17/TELECINCO
Actualizado: viernes, 30 septiembre 2016 9:40

   MADRID, 30 Sep. (CHANCE) -

El vuelco de los porcentajes preveía una noche movidita, y ¡menuda noche! Pero antes de poner en marcha la maquinaria del directo, GH nos puso al tanto de unas imágenes inéditas y muy reveladoras de la tercera parejita en ciernes: Clara y Fernando.

El nuevo affaire con una tercera persona en discordia fuera, la desconocida novia del gaditano -hasta que las redes arrojen luz sobre ella-, es un valor seguro, una historia de amor imposible o ¿posible? El roce hace el cariño, los días pasan y... ella se está pillando, aunque con la boca chica diga que le preocupe más lo que piensen de ella fuera. El amor está en el aire.

Dieciséis minutos después de arrancar la gala, renació la magia de los porcentajes, para que no decayera, y Jorge Javier Vázquez, cada vez más cómodo y con menos CUE, anunció ese milagroso empate técnico en los porcentajes de dos de las nominadas (43,7% - 43,6%), que nos mantuvo en vilo una hora más. Hay que reconocerlo, son unos maestros de los tiempos televisivos. Una noche más de imaginaria y las que nos quedan.

Adara y Miguel no se soportan. La modelo no aguanta las muestras de cariño entre el modelo y el luchador genéticamente perfecto. La amiguísima de Bárbara teme que su chico sea bisexual, no haya salido del armario y el gallego esté empeñado en sacarle. Lo cierto es que la parejita guapa parece como el perro del hortelano, ni contigo, ni sin ti, ahora estoy contigo y cinco minutos después te fulmino con la mirada y te mando a hacer gárgaras.

MERITXELL Y BÁRBARA, DE VUELTA A LA CONVIVENCIA

Tras desfogar toda la adrenalina en la sala de expulsiones, Meritxell volvió a repetir el subidón de la salvación por segunda vez. Quedaron en la habitación la más odiada y la tránsfuga, y un porcentaje: 48,2% - 51,8%, que parecía decantar la balanza hacia Candelas, como confirmó el sobre maldito. Con el plató rendido ante la sabia decisión de la audiencia, ¡bendita app! - sin la rubia esa casa iba camino de convertirse en un Ikea-, llegó el momentazo de la noche: la cara de estupor del frente anti Bárbara. "Se va a caer la casa", vaticinaba la salvada, deseosa de darles en todos los morros a sus enemigos. Solo Adara y Alain, ese mueble macizo que apenas aporta más que unas buenas vistas, se abrazaron a la eufórica rubia.