Polvo cósmico llega a la Tierra en 'paracaídas'

Partícula de polvo cósmico
IMPERIAL COLLEGE LONDON
Actualizado: viernes, 24 febrero 2017 11:35

   MADRID, 24 Feb. (EUROPA PRESS) -

   Partículas de polvo cósmico despliegan burbujas a modo de paracaídas en su entrada en la atmósfera de la tierra, evitando así ser resultar quemadas.

   Esta es la conclusión de un nuevo estudio llevado a cabo por un investigador del Imperial College de Londres. Las partículas de polvo cósmico se originan de eventos tales como la llegada de cometas al sistema solar interior o las colisiones entre asteroides, que los pulveriza en polvo.

   Algunas alcanzan nuestro planeta y experimentan rápido descenso a través de la atmósfera de la Tierra, proporcionando registros microscópicos de algunos de los eventos más tempranos en nuestro sistema solar.

   El investigador descubrió que las partículas de polvo cósmico que contienen minerales ricos en agua sobreviven más fácilmente a la entrada atmosférica que al polvo cósmico libre de agua. Sus cálculos sugieren que la supervivencia del polvo cósmico rico en agua es aproximadamente el doble que el polvo seco.

   La razón por la cual algunas de las partículas ricas en agua sobreviven al descenso es porque contienen minerales de arcilla o barro, que tienen agua atrapada en ellas. Durante el descenso a través de la atmósfera de la Tierra, el polvo se convierte en pequeñas gotitas de roca fundida, conocida como magma, y el agua en su interior hierve. Esto convierte el polvo en una burbuja de espuma de magma, que se expande y se vuelve más ligera y fría, actuando como un paracaídas.

   Matthew Genge, del Departamento de Ciencias de la Tierra e Ingeniería de Imperial y autor del artíulo, dijo: "Piense en burbujas de arroz microscópicas hechas de roca fundida y obtendrá la imagen de cómo se ve este polvo cósmico. La hinchazón repentina de las partículas y la disminución de la densidad actúa como un paracaídas que las ralentiza rápidamente y disminuye sus temperaturas en 100 grados Celsius".

   Como el doble de partículas de polvo cósmico ricas en agua sobreviven a su descenso a la Tierra, en comparación con las partículas libres de agua, es probable que los científicos hayan estado analizando muchas más muestras de eventos antiguos que involucran a asteroides ricos en agua, en comparación con eventos de asteroides sin agua. Esto puede estar sesgando nuestra comprensión del sistema solar.

   En la nueva investigación, publicada en la revista Geophysical Research Letters, Genge desarrolló un modelo matemático para entender las condiciones experimentadas por las partículas ricas en agua y libres de agua durante su entrada atmosférica, para ver qué sucede cuando las partículas se expanden súbitamente. Este modelo fue apoyado por las observaciones realizadas por Genge de polvo cósmico procedentes de la Antártida.

   Las partículas de polvo cósmico golpearon la atmósfera a casi 40.000 kilómetros por hora, aproximadamente 11 kilómetros por segundo. Son intensamente calentados por colisiones con moléculas en el aire. Muchas de estas partículas son completamente destruidas por el proceso de calentamiento, convirtiéndose en gas, que se disipa en la atmósfera.

   Las que sobreviven al descenso se funden para formar diminutas pequeñas gotas de magma, que Genge llama "esférulas cósmicas" y que son del ancho de un cabello humano. "El polvo cósmico nos proporciona evidencia directa de los eventos que pudieron haber ocurrido en nuestro sistema solar hace miles de millones de años. Sin embargo, nuestro estudio nos muestra que las partículas ricas en agua pueden sobrevivir a la entrada en comparación con las secas. Los científicos ahora tienen que tomar esto en consideración cuando están reconstruyendo antiguos eventos cósmicos o tratando de desarrollar una imagen más precisa de la composición geológica de nuestro sistema solar".

   Este estudio se basa en investigaciones anteriores llevadas a cabo por Genge. Él y su equipo previamente descubrieron que el polvo cósmico se puede encontrar en lugares urbanos, como en los tejados de las principales ciudades, y no sólo en entornos prístinos aislados como la Antártida. El investigador también descubrió que gran parte del polvo cósmico en nuestro sistema solar proviene de un cinturón de asteroides situado entre Júpiter y Marte.