El genoma del mosquito de la Antártida revela la historia de su supervivencia

Actualizado: martes, 7 julio 2015 0:20

MADRID, 13 Ago. (EUROPA PRESS) -

Pocos animales pueden presumir de ser tan duros como el mosquito del Antártico, cuyas larvas se desarrollan durante dos inviernos antárticos, perdiendo casi la mitad de su masa corporal cada vez. Sobrevive a fuertes vientos, la sal y la radiación ultravioleta intensa y cuando se hace adulto, el jején se las arregla sin alas y vive sólo una semana o más antes de comenzar de nuevo su ciclo de vida, todo ello con el genoma del insecto más pequeño secuenciado hasta ahora, como describe un equipo de investigadores en 'Nature Communications'

"Es pequeño -afirma Joanna Kelley, profesora asistente de la Universidad del Estado de Washington, en Estados Unidos, que recientemente ha secuenciado y analizado el genoma con colegas de Estados Unidos--. Fue una gran sorpresa. Me quedé muy impresionada". Kelley y sus colegas detallan que el genoma de este mosquito tiene sólo 99 millones de pares de bases, componentes básicos de su ADN, frente a, por ejemplo, los 3.200 millones de pares de bases del genoma humano.

"Sospechamos que es, de alguna manera, una adaptación al ambiente extremo", afirma Kelley. "Y se abren una gran cantidad de interesantes hipótesis para probar en la secuenciación de organismos antárticos adicionales u organismos subantárticos porque hay otras moscas o dípteros en algunas islas subantárticas. Estamos muy interesados en ver si tienen o no genomas similares", agrega esta experta.

Habitante de afloramientos de roca en la Península Antártica, el jején es el único animal de la especie de los insectos y completamente terrestre endémico del continente. Al analizar sus genes y compararlos con funciones conocidas en otros animales, Kelley y sus colegas encontraron una gran cantidad de genes orientados a procesos de regulación y desarrollo. Por otro lado, tiene pocos receptores de olor, algo que podría deberse a que rara vez se va lejos al no tener alas y no necesita detectar mucho más allá de donde llega caminando.

En comparación con otros insectos, como los mosquitos y otras moscas, este animal tiene un genoma extremadamente económico, con muy pocas secuencias genéticas repetidas y tramos más cortos de ADN, llamados intrones, que separan las regiones codificantes del genoma. "Es una mosca muy emocionante", afirma Kelley.

En general, su genoma, según esta investigadora, abre un montón de preguntas acerca de la evolución del genoma, por lo que el equipo de científicos implicados en su secuenciación está analizando otros organismos relacionados para tratar de conseguir respuestas. ¿Qué permite o inhibe un genoma de ser muy grande o pequeño? y ¿cuáles son las consecuencias de eso? son algunas de las cuestiones a las que quieren responder.

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