MADRID, 5 Jun. (EUROPA PRESS) - A medida que la población de una civilización crece, usa más y más de los recursos de su planeta. Al consumir los recursos del planeta, la civilización cambia las condiciones del planeta. En resumen, las civilizaciones y los planetas no evolucionan por separado unos de otros; evolucionan interdependientemente, y el destino de nuestra propia civilización depende de cómo usemos los recursos de la Tierra. Usando su modelo matemático, los investigadores encontraron cuatro posibles escenarios que podrían ocurrir en un sistema civilización-planeta: