Viejas pieles de foca revelan cambios en el ecosistema antártico

Cabaña de Scott
ELI DUKE/FLICKR
Actualizado: miércoles, 30 agosto 2017 17:47

   MADRID, 30 Ago. (EUROPA PRESS) -

   Pieles de foca congeladas halladas en una cabaña en la Antártida, con más de cien años de antigüedad, han revelado cambios en el ecosistema del Mar de Ross.

   Las pieles han sido encontradas por dos biólogos de la Universidad de California-Santa Cruz (UC) --Daniel Costa y Luis Huckstadt-- en una de las tres cabañas de madera a las que los científicos de la estación de McMurdo, en la Antártida, suelen ir cuando tienen tiempo libre de sus investigaciones. Las tres chozas fueron construidas a principios del siglo XX por los exploradores antárticos Ernest Shackleton y Robert Falcon Scott.

   Mediante el uso de un sofisticado análisis de isótopos para comparar muestras de focas modernas y centenarias, los biólogos fueron capaces de investigar una cuestión importante sobre los impactos humanos en el ecosistema antártico, que responde a si la pesca de austromerluza antártica en el Mar de Ross está cambiando la estructura del ecosistema y alterando las dietas de las focas de Weddell.

   "La gente ha planteado la hipótesis de que la autromerluza se está agotando y que, como consecuencia, la foca de Weddell ha cambiado su dieta al diablillo antártico [un pez del ecosistema antártico] --explica en un comunicado Huckstadt, investigador postdoctoral en el laboratorio de Costa en la UC Santa Cruz--. Habíamos estado hablando sobre este tema y nos dimos cuenta de que teníamos las muestras allí mismo para probarlo".

   Sus hallazgos, publicados este miércoles en 'Proceedings of the Royal Society B', indican que las dietas de las focas probablemente no han cambiado mucho durante los últimos cien años; pero los resultados revelaron evidencia de cambios significativos en la comunidad de fitoplancton, las algas marinas microscópicas en la base de toda la red alimentaria en el Mar de Ross. Estos expertos atribuyeron esta evolución a un cambio climático que comenzó con el final de un periodo global de enfriamiento conocido como la Pequeña Edad de Hielo, que duró de aproximadamente de 1500 a 1900.

   Con el permiso del Fideicomiso del Patrimonio Antártico, Huckstadt y Costa recolectaron muestras de pelaje de 34 pieles para compararlas con muestras de focas modernas. Para analizarlas, se unieron a dos investigadores de la UC Santa Cruz que son expertos en análisis de isótopos, el profesor de ciencias oceánicas Matthew McCarthy y el profesor de Ciencias de la Tierra y del Planeta Paul Koch, ambos coautores del artículo.

   "Visité por primera vez las históricas cabañas en 1978 en mi primer viaje a la Antártida --dice Costa--. Me sorprendió que las cabañas estuvieran en las mismas condiciones que el día en que los exploradores se fueron hace 100 años. Vi pieles de focas, cadáveres de pingüinos y restos de perros de trineo literalmente congelados en el tiempo. Estos relativamente nuevos análisis de isótopos nos proporcionaron una forma de usar esos artefactos congelados como una instantánea del pasado".

MODIFICACIONES EN LA BASE DE LA CADENA ALIMENTARIA

   Los isótopos estables de carbono y nitrógeno son ampliamente utilizados como trazadores de procesos ecológicos. Como depredadores superiores en el ecosistema antártico, las focas de Weddell incorporan en sus tejidos trazadores isotópicos que han pasado por toda la cadena alimentaria, portando evidencia de la estructura del ecosistema y de la posición o "nivel trófico" de las focas dentro del sistema.

   Los científicos descubrieron que el "nicho isotópico" histórico de las focas de Weddell (como indica la variabilidad de los isótopos de carbono y nitrógeno) era más de cinco veces mayor que el nicho moderno, lo que podría reflejar una dieta más altamente especializada en focas modernas de Weddell, pero esto parece improbable dada la diversidad de sus presas hoy.

   Además, un análisis de isótopos de nitrógeno en aminoácidos específicos mostró que el nivel trófico de las focas de Weddell no ha cambiado, lo que sugiere que todavía están comiendo los mismos tipos de peces que lo hicieron históricamente. Actualmente, la merluza antártica parece representar menos del 10 por ciento de la dieta de las focas de Weddell y los hallazgos sugieren que esto también fue así hace 100 años.

   Los cambios en las fuentes de nitrógeno y la composición de la comunidad de fitoplancton son más propensos a explicar las diferencias observadas en los datos de isótopos, según Huckstadt. "Parece más un cambio en la base de la cadena alimentaria, probablemente relacionado con la transición de la Pequeña Edad de Hielo a las condiciones actuales, causando cambios en la comunidad del fitoplancton", dice.

   Aunque las actividades humanas están empezando a tener impactos en el ecosistema del Mar de Ross, sigue estando relativamente intacto, lo que hace que la protección del área y la regulación de las actividades humanas sean especialmente importantes, apunta Huckstadt.

   En 2016, después de largas negociaciones internacionales, el Mar de Ross fue designado como el área marina protegida más grande del mundo por la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos.

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