El cambio climático favoreció la rápida diversificación del caballo

Tres especies de Hipparion
MAURICIO ANTÓN
Actualizado: viernes, 10 febrero 2017 10:43

   MADRID, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -

   Un nuevo estudio de la evolución de los caballos sugiere que los patrones de migración y los cambios en el medio ambiente impulsaron el desarrollo de nuevos rasgos en los equinos.

   Este hallazdo contrarresta una teoría llamada evolución fenotípica rápida que propone lo contrario, es decir, que el desarrollo de los rasgos es lo que permite a una especie tomar nuevos nichos.

   Esencialmente, el debate en curso en esta área es un escenario de que fue antes, la gallina o el huevo: ¿los rasgos evolucionan primero para facilitar la dispersión de una especie en nuevos ambientes o la dispersión en nuevos ambientes impulsó el desarrollo de nuevos rasgos?

   Si se produjera la primera, la evolución fenotípica rápida, los cambios de rasgos ecológicamente relevantes deberían ser más rápidos en las primeras fases de la expansión del clado, a medida que los linajes se mueven a nuevos ambientes que requieren nuevos rasgos para la supervivencia.

   Sin embargo, cuando J. L. Cantalapiedra, del 'Museum für Naturkundee', en Berlín, Alemania, y sus colegas, entre ellos expertos del Museo Nacional de Ciencias Naturales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en Madrid, analizaron la evolución de los caballos en el transcurso de millones de años, no vieron ese patrón.

LA EVOLUCIÓN DE LOS DIENTES, MENOR EN LINAJES CON RÁPIDA ESPECIACIÓN

   En su trabajo, los investigadores analizaron las características fosilizadas de 138 especies de caballos que representan un árbol evolutivo que abarca aproximadamente 18 millones de años hasta el día de hoy. Se centraron en el tamaño del cuerpo y de los dientes, rasgos importantes porque el desarrollo de dientes más grandes puede ayudar a los caballos a comer nuevos tipos de vegetación.

   Sus resultados, publicados en 'Science', revelan que las tasas de evolución del tamaño corporal no fueron significativamente diferentes en los linajes que exhiben alta y baja especiación, y que las tasas de evolución de los dientes fueron significativamente menores en los linajes con tasas de rápida especiación.

   Los investigadores también observaron cómo los caballos se adaptaban al Nuevo Mundo y señalan que, aunque tradicionalmente se ha pensado que los rasgos complementarios evolucionaron a medida que emergían las praderas, evidencia más reciente sugiere que las praderas ya estaban establecidas antes de la llegada de los caballos.

   Dotados de la comprensión de que este entorno ya estaba establecido, en combinación con los datos obtenidos sobre la especiación, los investigadores proponen que el ambiente y los patrones de migración impulsaron el desarrollo de nuevos rasgos.