Solución a un misterio de 160 años sobre el origen del esqueleto

Fósil de heterostracano
KEATING ET AL. 2018
Actualizado: martes, 31 julio 2018 11:00

   MADRID, 31 Jul. (EUROPA PRESS) -

   Potentes rayos X han permitido mirar dentro de los esqueletos de algunos de nuestros parientes vertebrados más antiguos, resolviendo un misterio de 160 años sobre el origen de nuestros esqueletos.

   Los vertebrados vivos tienen esqueletos construidos a partir de cuatro tipos de tejidos diferentes: hueso y cartílago (los principales tejidos fabricados por los esqueletos humanos), y dentina y esmalte (los tejidos a partir de los cuales se construyen nuestros dientes). Estos tejidos son únicos porque se mineralizan a medida que se desarrollan, dando al esqueleto resistencia y rigidez.

   La evidencia de la evolución temprana de nuestros esqueletos se puede encontrar en un grupo de peces fósiles llamados heterostracanos, que vivieron hace más de 400 millones de años. Estos peces incluyen algunos de los vertebrados más antiguos con un esqueleto mineralizado que alguna vez se haya descubierto. Exactamente de qué tejido se fabricaron los esqueletos de heterostracán ha desconcertado a los científicos.

   Ahora un equipo de investigadores de la Universidad de Manchester, la Universidad de Bristol y el Instituto Paul Scherrer en Suiza han analizado detalladamente los esqueletos de heterostracan utilizando la Tomografía Sincrotrón: un tipo especial de tomografía computarizada usando rayos X de muy alta energía producidos por un acelerador de partículas. Usando esta técnica, el equipo ha identificado este tejido misterioso. Publican resultados en Nature Ecology & Evolution.

   El investigador principal, Joseph Keating, de la Escuela de Científicos Ambientales de Manchester, explicó en un comunicado: "Los esqueletos de heterostracán están hechos de un tejido realmente extraño llamado 'aspidina'. Está entrecruzado por pequeños tubos y no se parece mucho a ninguno de los tejidos encontrados en vertebrados hoy. Durante 160 años, los científicos se han preguntado si la aspidina es una etapa de transición en la evolución de los tejidos mineralizados".

   Los resultados de este estudio, publicado en Nature Ecology and Evolution, muestran que los pequeños tubos son espacios vacíos que originalmente albergaban haces de fibra de colágeno, un tipo de proteína que se encuentra en la piel y los huesos.

   Estos hallazgos permitieron a Keating descartar todas las hipótesis menos una para la identidad del tejido: la aspidina es la evidencia más temprana de hueso en el registro fósil.

   El coautor, Phil Donoghue, de la Universidad de Bristol, concluye: "Estos hallazgos cambian nuestra opinión sobre la evolución del esqueleto. Se pensaba que la aspidina era el precursor de los tejidos vertebrados mineralizados. Demostramos que es, de hecho, un tipo de hueso, y que todos estos tejidos deben haber evolucionado millones de años antes ".