Profesional experto en su campo, un perito judicial a menudo es una figura imprescindible.
Madrid, a 21 de septiembre de 2017.- Existen figuras legales que a menudo conocemos solo de nombre, alrededor de las cuales hay mucha confusión. El perito judicial es una de esas figuras, muy importante en determinados casos pero de la que en general no se tiene un conocimiento adecuado. Hay quien piensa incluso que para ser perito es necesario estudiar la carrera de derecho, algo que está totalmente equivocado. Si se parte de la base de este desconocimiento, es muy probable que no se sepa cuándo es necesario recurrir a uno de estos peritos.
Diferencia entre un perito y un perito judicial
Hay un detalle que distingue la figura del perito como tal y la de un perito judicial. Precisamente es el término judicial el que los diferencia, ya que se puede ser un perito en un campo concreto y no ser perito judicial, como apuntan desde https://www.gp-grup.com/.
Un perito es alguien que dispone de los conocimientos necesarios para clasificar o cuantificar algo relacionado con un campo en concreto, no necesariamente en un juicio. Por ejemplo, podemos encontrarnos con peritos inmobiliarios, tasadores y hasta peritos médicos. En definitiva, un perito es un experto en la especialidad en la que se ha formado o en la que lleva trabajando mucho tiempo.
El perito judicial cuenta además con el reconocimiento de un tribunal para presentar informes que ayuden a esclarecer determinados casos. Para ello pone a disposición del juez todos sus recursos, como las técnicas necesarias para presentar un dictamen fiable, y se encarga de hacer llegar la información que se le solicita.
Cómo actúa un perito judicial
En https://peritos.online/ podemos encontrar información útil sobre el comportamiento de esta figura profesional. El perito judicial debe ser sobre todo imparcial, ver las cosas desde un ángulo objetivo que no esté condicionado por prejuicios o intereses de parte. Además tiene que contar con la capacidad de actuar de forma independiente, sin presiones, con el fin de determinar de forma clara e inequívoca que lo que ha determinado se sujeta solo a esos principios de imparcialidad.
No se puede hablar únicamente de un tipo de perito judicial, ya que las competencias para las que se puede necesitar uno son muy amplias. Por ello, el perito solo aceptará encargos que se ajusten al campo en el que tiene conocimientos.
Evidentemente, para conseguir el mejor resultado se necesita un método de trabajo. Uno que garantice la fiabilidad de los informes. Por ello, a un perito se le pide que sea organizado y sumamente concienzudo en cada actuación, ya que una equivocación puede ser devastadora.
¿Cuándo se recurre a un perito judicial?
La necesidad o no de que se presente un perito en un juicio la determina quien está al frente de la sala. Es decir, que es el juez quien decide si hace falta un informe pericial o si con las pruebas que se tienen es suficiente para dictar sentencia.
Se puede mostrar un ejemplo que comenta https://divorcio.express/. cuando hay un acuerdo sobre los términos de una separación o un divorcio, no es necesario que un perito presente informes. Es en caso de que no se llegue a un consenso y un juez tenga que tomar una decisión acerca de cosas como la custodia de los hijos o qué hacer con la casa que se ha compartido hasta ese momento. El topo de perito se ajustará a cuál sea el análisis que se deba realizar.
En resumen, un perito es alguien experto en su campo, que puede ser perito judicial cuando un juez requiere de sus servicios y cuenta con el reconocimiento necesario para hacerlo.
Autor: Pedro Fernández
Empresa: OlimpoMarketing
