Actualizado 15/02/2017 09:54
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El oasis de los recambios de coche

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La necesidad de ahorrar aupó el mercado de los repuestos automovilísticos durante la crisis

Madrid, 15 de febrero 2017. - Cuando la crisis azotó España el sector inmobiliario acaparó todas las miradas. Las hipotecas reventaron, la construcción se desplomó y con ella miles de españoles se quedaron en el paro o, lo que es peor, en la calle. Pero otro sector extremadamente importante para la salud económica del país también se estaba desmoronando por culpa de la crisis: el del automóvil.

Los datos son demoledores: en 2007 se vendieron más de 1,6 millones de coches en España. En tan solo dos años esa cifra se desplomó hasta los poco más de 0,9 millones de 2009 y finalmente tocó fondo en 2012 con algo menos de 0,7 millones de unidades vendidas. Las familias españolas vieron diezmados sus ingresos y comprar un coche dejó de ser una opción para la mayoría de ellas.   

El sector de repuestos para vehículos se vio favorecido

Sin embargo, el vehículo seguía siendo imprescindible para ir al trabajo, hacer la compra, recoger a los niños del colegio ¡había que mantener en movimiento como fuera a ese viejo trasto! Así fue como se disparó la venta de recambios de coche, uno de los pocos sectores que se vio fortalecido, aunque de rebote, con la llegada de la crisis. Muchos hogares acostumbrados a cambiar de coche a la mínima que el viejo sufría la menor avería descubrieron que podían ahorrar comprando recambios de coche.

La realidad es que la mayoría de las piezas que componen los vehículos apenas sufren desgaste con el uso. Por lo general, cuando un coche “se estropea” simplemente hay que reemplazar alguna de sus piezas: el resto del vehículo sigue estando en perfecto estado. Los cojinetes, la barra estabilizadora, los brazos de suspensión o el disco de freno son algunas de las averías más frecuentes. El precio de la reparación o de los repuestos para estas piezas oscila entre los 50 y los 250 euros.

Evidentemente, otras averías pueden resultar mucho más caras. Es el caso de la rotura de la correa de distribución (cerca de los 2.000 euros) o del turbocompresor (solo la pieza cuesta unos 1.200 euros). Las averías en la centralita electrónica suelen poderse reparar, pero si fuera necesario cambiar la pieza estaríamos hablando de unos 900 euros.

Según un informe sobre el sector elaborado por DBK, el sector de los recambios de automóvil sufrió un leve retroceso en 2012, coincidiendo con la puesta en marcha del plan PIVE (la subvención para la compra de coches entregando un automóvil de más de 10 años de edad). En 2015, sin embargo, el mercado de los recambios experimentó una recuperación y se situó en los 8.550 millones de euros. Este pastel se lo reparten los talleres no oficiales (que acaparan un 73,7% del mercado) y los de marca (con el 26,3% restante).

La tendencia al alza de los talleres minoristas de recambio libre confirma que, pese que la crisis ya empiece a quedar atrás, los españoles han aprendido a buscar recambios de coche por su cuenta con el fin de ahorrar y alargar la vida de sus vehículos.

Para más información:   

Empresa: OlimpoMarketing

Autor: Pedro Fernández

 

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