Madrid, 30 de Noviembre de 2016.- Iniciar sesión en cualquier sistema de mensajería (ya sea Hotmail, Gmail, incluso en redes sociales como Facebook), tiene que encontrarse con una interfaz que sea sencilla de utilizar, intuitiva, que realmente se ajuste a sus conocimientos.
Y es que, aunque para la gran mayoría de los usuarios de Internet es algo sencillo porque estamos acostumbrados a iniciar sesión sin parar para aquellas personas que entran por primera vez, sobre todo aquellas mayores, se dan cuenta de que la cosa no es tan simple como parece.
El arduo trabajo de los diseñadores para crear una web perfecta
En el momento en el que Internet se empezaba a asentar en el mercado teníamos un sistema bastante obsoleto, con unas páginas cuyas interfaces dejaban mucho que desear. Es decir, que si teníamos que encontrar opciones, a veces algunas tan básicas como el hecho de iniciar sesión, nos dábamos cuenta de que estas no podían ser más complejas de ser localizadas.
Sin embargo, ahora gracias a las nuevas tecnologías la cosa ha cambiado: contamos con toda una serie de recursos para conseguir hacer de una web algo más amigable, más útil de cara al usuario.
Además, Internet también se ha convertido en una enciclopedia a nivel mundial: en el caso de que necesitemos encontrar cualquier tipo de información, es en la red el primer sitio en el que buscamos.
Por ejemplo, si queremos iniciar sesión en la red social de Facebook, pero por mucho que lo intentemos no sepamos cómo hacerlo o bien se haya producido algún problema con nuestra contraseña, existen plataformas especializadas en las que nos pueden echar una mano. Por ejemplo, en http://comose.net.
Problemas más habituales que se producen al iniciar sesión en los servidores de correos y redes sociales
Aunque, por lo general, no deberían de haber problemas, a veces son inevitables, y estos son los más típicos:
1) El más común es que el usuario no se acuerde de su contraseña. Es decir, cuando está intentando iniciar sesión, el sistema le dirá que no es correcta y no podrá seguir. Afortunadamente, la gran mayoría de páginas disponen de sistemas de verificaciones a través de los cuáles podremos probar nuestra identidad y recuperar la clave.
2) Otro de los problemas que se pueden llegar a producir están relacionados con no poder recordar cuál es exactamente nuestra cuenta (puede que por ejemplo, en vez de usar la extensión de @gmail.com, estemos usando @outlook.com o cualquier otro tipo de variación).
3) Además de todo lo anterior, también puede darse el caso de que el servicio no funcione en ese momento; que se haya caído.
En cualquiera de los casos anteriores, lo que podemos hacer es ponernos en contacto con el servicio de atención al cliente con el objetivo de que nos echen una mano. Sólo de esta forma solucionaremos el problema en el menor de los tiempos.
Para más información
Empresa: OlimpoMarketing
Autor: Pedro Fernández
