VALENCIA, 23 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Instituto Tecnológico del Producto Infantil y de Ocio (AIJU) ha desarrollado en un proyecto unos filamentos que imitan a la madera y que, tras ser procesados a través de la tecnología de impresión 3D, incorporan propiedades antisépticas, por lo que resultan "especialmente interesantes" en su aplicación en juguetes de uso comunitario destinados a ludotecas, guarderías o salas infantiles de hospitales.
AIJU ha detallado que esta propiedad incrementa la higiene de los juguetes y permite simular juguetes fabricados en madera, según ha destacado en un comunicado. Además, considera que "se ajusta a la demanda del sector del juguete", que "con mayor frecuencia requiere productos que simulen sus homólogos reales a los que representa".
Asimismo, el instituto ha destacado la "alta" capacidad de innovación en diseño y requerimientos de personalización del sector que "puede ampliarse notablemente con la introducción de tecnologías de impresión 3D", como la empleada en este proyecto.
El técnico responsable del proyecto en AIJU, Francisco Valera, ha indicado que actualmente la fabricación de productos mediante técnicas tradicionales "conlleva un alto coste", y que la introducción de técnicas de impresión en 3D "permitirá la personalización de un juguete determinado por parte del usuario e incluso dotarle de un aspecto real".
CAMBIO DE COLOR POR LUZ Y CALOR
Durante este año, el instituto espera desarrollar nuevos filamentos técnicos con propiedades fotocrómicas o termocrómicas que cambien de color por la acción de la luz y el calor, respectivamente, para el desarrollo de nuevos prototipos demostradores del sector del juguete.
La investigación surge del proyecto AMFAB cuyo objetivo es la obtención de un sistema integrado de fabricación avanzada de piezas funcionales y/o personalizadas para cada sector industrial, desarrollando nuevas formulaciones con materiales poliméricos funcionalizados, filamento apropiado para su procesado y herramientas de diseño para esta tecnología.
Además, este proyecto está financiado por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace), cofinanciado con fondos europeos Feder a través del programa 'Proyectos de I+D en colaboración'. Los centros del consorcio son AIJU --coordinador del proyecto-- y el Instituto Tecnológico Textil (Aitex).
