Imagen del acusado al inicio del juicio
Foto: EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 7 julio 2015 15:58
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   VALENCIA, 7 Jul. (EUROPA PRESS) -

   Un hombre de 42 años, acusado del asesinato de su madre en marzo de 2014 en Aldaia (Valencia), ha aceptado cumplir 18 años, 9 meses y un día de prisión tras reconocer los hechos que se le imputan en el juicio celebrado este martes contra él en la Audiencia de Valencia. En la vista, el procesado, que ha reconocido los hechos, ha pedido perdón a su familia por el crimen y por el "dolor" causado, así como a su progenitora, y ha indicado que su "condena" será llevar sobre la "conciencia" este hecho "toda" su vida.

   El acusado, al que se le imputan un delito de asesinato por alevosía con circunstancia mixta de parentesco y un delito de robo con violencia e intimidación en casa habitada, deberá cumplir también la prohibición de comunicarse y acercarse a su padre, su hijo, su hermano y su cuñada a una distancia inferior de 500 metros durante 24 años. Igualmente se le prohíbe residir en ese tiempo los municipios de Aldaia y Alaquàs (Valencia).

    Asimismo, deberá indemnizar en concepto de responsabilidad civil a su padre con 100.000 euros y a su hermano con 60.000 euros y pagas las costas procesales pero se ha declarado insolvente. Aunque el juicio se ha celebrado para llevar a cabo el interrogatorio del acusado por parte del fiscal, la acusación y su defensa, todos ellos habían alcanzado previamente una conformidad. El ministerio público, que según consta en el escrito de calificación pedía inicialmente para este hombre una pena de veinte años de prisión, ha aceptado dejarla en 18 años, nueve meses y un día.

   El fiscal pedía también que el procesado indemnizara en concepto de responsabilidad civil a los herederos de su madre con 50 euros por el dinero sustraído en el robo y no recuperado, a su padre con 90.000 euros y a su hermano con 30.000 euros. Finalmente, ha aceptado la solicitud de indemnización que hacía la acusación particular.

   A la vista han acudido el padre, el hermano, el hijo y la cuñada del acusado como testigos. Los tres primeros han declarado protegidos para evitar encontrarse con el procesado. Todos han intervenido únicamente para decir que estaban de acuerdo con la petición hecha por la acusación respecto al alejamiento solicitado y la indemnización para los dos primeros.

   El acusado está en prisión provisional desde que fue detenido tras el suceso y carecía de antecedentes penales hasta ese momento. Los hechos que se le imputan, como recoge el relato del fiscal, tuvieron lugar el 6 de marzo de 2014 en Aldaia cuando sobre las 11.00 horas, "con la intención de obtener un beneficio económico ilícito" se personó en el domicilio en el que su madre estaba "a solas" trabajando como empleada de hogar.

NEGATIVA A DÁRSELO

   Tras llegar a la vivienda y entrar en ella después de que su progenitora abriera la puerta, el acusado, según el ministerio público, le exigió dinero y ante la negativa de la mujer a dárselo, le propinó varios golpes" que provocaron que cayera el suelo. A continuación, el procesado "cogió un cuchillo de la cocina de 21 centímetros de longitud total y 13 centímetros de longitud de filo y le asestó varios cortes en la zona del cuello y cara" mientras la víctima le decía pronunciando el nombre de su hijo "no te pierdas", "por tus hijos, pero ¿yo qué te he hecho'".

   El hombre se colocó detrás de su madre, "aprovechando su situación de desvalimiento" y "anulando su capacidad defensiva frente al ataque que estaba sufriendo". Después, como sigue relatando el escrito del ministerio público, "con la intención de acabar con la vida de su madre y ante la negativa de ésta a darle dinero, con un cordón la estranguló y le apretó fuertemente el cuello con las manos hasta asfixiarla, causándole la muerte".

   Posteriormente, el procesado se apoderó de 50 euros del bolso de su madre, de una bolsa de deporte, de un ordenador y de una bolsa de petardos de la dueña de la casa --que no reclama por estos hechos y a la que le fueron entregados sus objetos después de recuperarlos--. Tras ello, el acusado abandonó la vivienda, según el fiscal, con la parte inferior de la cara cubierta con una braga de cuello y un gorro para "evitar ser identificado".

"SE ME FUE LA CABEZA"

   En el juicio el procesado ha explicado que fue a buscar a su madre para pedirle dinero, pero no a robar. No obstante, ha reconocido que se llevó dinero, que empujó a la mujer y que la agredió hasta provocarle la muerte. "Se me fue la cabeza, le tiré las manos al cuello", ha dicho el hombre, que ha comentado que acudió a la casa en la que estaba su progenitora vestido con "traje de barrendero".

   El procesado ha detallado que ésta era una prensa que usaba cuando "salía a recoger chatarra" y ha apuntado que decidió ir vestido de ese modo --también con gorro y braga-- para que la mujer "pensara que iba ya a trabajar" ya que "fui una vez que ya trabajaba y me dio" el dinero. Respecto a su atuendo y preguntado por si lo tenía preparado desde el día anterior ha afirmado que "estaba pensando cómo ir a pedir dinero" y que "no sabía cómo" hacerlo. "No tenía pensado matarla", ha aseverado, además de decir que "en ningún momento" sabía que la madre estaba sola.

   Igualmente, el hombre ha contado que primero la agredió en el cuello, apretándole con las manos y luego con uno de los cables que llevaba en el bolsillo también para la chatarra, y que después le propinó "dos pinchazos en el cuello" con un cuchillo sin saber "por qué". "No sé ni por qué fui a la cocina" a por el cuchillo, ha expuesto, al tiempo que ha dicho que fue entonces cuando se puso unos guantes "para no dejar huella".

SE "NUBLÓ LA VISTA"

   "Fue la ira que me entró, yo fui a pedir dinero", ha insistido, además de asegurar que después cogió 50 euros que había en la cocina y los objetos citados. Ha comentado también que había bebido 5 litros de cerveza y consumido 1,5 gramos de cocaína y que era "consumidor habitual" de esta sustancia desde los 25 años. "Si no consumía me cabreaba, me ponía muy arisco, me enfadaba", ha expuesto. A este respecto, ha agregado que el día de los hechos cuando su madre le empezó a "recriminar lo de la droga" al negarle el dinero se le "nubló la vista" y le entró el "repelús" que le entraba cuando no consumía.

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